BCCCAP00000000000000000000490

pentimiento en su origen semántico sólo quiere decir "cambio de modo de pensar". San Marcos corroborando esta idea, añade a continuación: "y creed en el evangelio", es decir, estad seguros de que el cambio de mentalidad debe orientarse hacia la gran noticia que se os ofrece. Nada de tristeza. San Lucas en vez de comenzar con la predicación del Reino de Dios, como lo hacen Mateo y Mar– cos, centra la temática en un pasaje de lsaías ex– traordinariamente expresivo: "El Espíritu del Señor sobre mí, porque me ungió. Me envió a evangeli– zar á los pobres, a predicar a los cautivos la li– beración y a los ciegos la recuperación de la vis– ta, a libertar a los oprimidos y a promulgar un año de gracia del Señor" [Le 4, 18-19). Es la idea de la liberació~ puesta en primer plano, la mise– ricordia del Señor, la gratuidad de.su amor. Es la misma respuesta que Cristo da a los enviados del Bautista: "Los ciegos ven, los cojos andan, los le– prosos quedan limpios, los sordos oyen, los muer– tos resucitan y los pobres son evangelizados" (Mt 11, 5). Detrás de la imagen de las curaciones corporales se encuentra la verdad de una libertad plena, que lsaías anunciaba claramente: "El ayuno que me agrada es desatar las cadenas injustas, soltar las coyundas del yugo, dejar libres a los oprimidos, romper todos los yugos" (Is 58, 6). El Evangelio es una buena noticia. El Reino de Dios no es esclavitud, sino liberación, libertad de los hijos de Dios (Rm 8, 21). Y esta buena noticia va ligada con el gozo y la alegría de sentirse ver– daderamente libres. Podemos recorrer las páginas. evangélicas. Hay una línea constante de invitación a la alegría, de paz, de alejamiento de todo temor y miedo. Todas las manifestaciones sobrenaturales lle– van este distintivo: "No temas, Zacarías" (Le 1, 13). "No temas, María" (Le 1, 30). "José, hijo de Da– vid, no temas" (Mt 1, 20). A los pastores de la campiña de Belén se les dice: "Dejad de temer, pues os anuncio una gran alegría, que lo será pa- 142