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tal cual soy, y no me siento vigilado ni rechazado por el grupo. En la comunidad .homogénea me sien– to identificado y acogido. Si llegase un momento en que constatase que estaba solo, que mi men– talidad no era compartida ni aceptada por el resto del grupo, la reacción normal sería la de abando– nar lo que para mí se había convertido en hetero– geneidad. Automáticamente, sin esperar ninguna declaración, yo me sentiría "excomulgado", fuera de la "comunión" de la comunidad (3). Relaciones mayoría-minoría Los conceptos "mayoría" y "minoría" son tér– minos relativos que aluden directamente al núme– ro, no al valor intrínseco de lo que defienden o sostienen. La mayoría puede ser un valor. Supuesta la rec– titud de las personas y su capacidad intelectiva, es obvio que la coincidencia de muchas personas en la investigación de una verdad puede ser una garantía de acierto, sobre todo si se han seguido caminos independientes y todos llegan a la misma conclusión. Puede ser indicio de objetividad. Cuando uno tiene una idea y la expone a la reflexión de los demás, una mayoría que la apoye indica que no se trata de ningún absurdo..una buena defensa con– tra el subjetivismo es contrastar nuestras opi– niones con las de los demás: el común sentir de la mayoría es un criterio garante de seriedad. Pero también puede ser un contravalor. Por el carácter influenciable de las personas que nos de– jamos subyugar por otros. Por la inercia, la tradi– ción, el carácter de masa que nos hace guiar más por el sentimiento que por la razón. Por respeto humano. Por egoísmo y comodidad, que nos hace condescender con lo cómodo, con lo fácil, con lo (3) La pertenencia como "comunión" viene muy bien explicada por LOUIS COOLEN, Obefssance et autorité dans fa spiritua/fté -francfs– calne, en Vle Consacrée, 48 {1976} 274-284. 133