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vir la misma vida de Dios? Es algo superior a nuestras fuerzas. Sa– bemos que El lo ha prometido y en consecuencia nos dará los medios necesarios para alcanzar la vida eterna. La esperanza es «la virtud sobrenatural por la que esperamos la bienaventuranza eterna, confiados en la promesa de Dios, que nos ayu– da por medio de Cristo». Confiamos :que Dios nos dará la gloria median– te su gracia y nuestras buenas obras. Lo que esperamos ( el objeto de la esperanza) es el mismo Dios. La bienaventuranza del cielo es la participación de la vida divina de un modo pleno y definitivo. Es indudable que si esperamos conseguir el fin, esperamos también conseguir los medios necesarios para ese fin, particularmente el mo– rir en gracia de Dios. El motivo de la esperanza cristiana ( el objeto formal) es la promesa de Dios que nos ayuda por medio de Cristo. Dios es misericordioso, om– nipotente y fiel a sus promesas. El quiere de verdad salvarnos, y su voluntad salvífica la ejecuta por medio de Cristo. El fund2mento de nuestra esperanza, que es el auxilio divino, nos Tú eres mi esperanza, la torre fuerte frente al enemigo (SI 60, 4)