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8 EL PECADO r----------, Por desgracia, no siempre el hombre trata de asemejarse a 1 Cristo. A la invitación de Dios se responde a veces con una nega- 1 tiva descortés y grosera. A la práctica de las virtudes se opone una condescendencia total con nuestro ser animal y rastrero. Ya 1 1 decía San Pablo: «El hombre animal no percibe las cosas del Es- píritu de Dios; son para él locura y no puede entenderlas, porque 1 hay que juzgarlas espiritualmente» ( 1 Cor 2, 14 ). Le parece absur- 1 do tener que negar sus apetencias sensibles. 1 1 Vamos a estudiar en esta lección ese misterio de maldad que 1 es el pecado. Y propongámonos aborrecerlo de corazón, como Cris– to, que se hizo semejante a nosotros en todo excepto en el pecado 1 (Heb 4, 15) y que podía proclamar bien alto: «¿Quién de vosotros 1 me puede acusar de pecado?» (Jn 8, 46). ---- ---------- _ _J NATURALEZA DEL PECADO El 1pecado es toda acción u omisión voluntaria contra la ley de Dios. El hombre niega a Dios el amor que le debe. 59