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No se haga mi' v oluntad sino la tuya (Le 22, 42). o maldad que proviene de su conformidad o disconformidad con las leyes divinas. De ordinario se habla indistintamente de acto moral bueno y de acto moral malo. Quizás fuera más exacto y lógico llamar siempre al acto bueno «moral» y al acto malo <dnmoral». La moralidad se divide en objetiva y subjetiva. La objetiva es la que se encuentra en la misma acción u objeto, independientemente de la apreciación personal. Así, comulgar es objetivamente bueno. La subjetiva es la estimación o valorización que hace el sujeto de la acción que realiza, juzgándola buena o mala. Tiene que coincidir, de suyo, con la moralidad objetiva, aunque pueden darse casos de jui– cios erróneos, por una deficiente formación. Precisamente el estudio de la Teología Moral corrige esas deformaciones de la conciencia. 24 Una niña está convencida de que el día del Pilar es fiesta de precepto. Sin embargo, por ir de paseo con sus. amigas, no oye misa. Objetivamente, no oír misa el día del Pilar, no es pe-

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