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EX:CELENCIA DE ESTA VIRTUD Comenzando por las razones de orden natural, hay que señalar có– mo la castidad nos impide animalizarnos. El animal se guía únicamen– te por el instinto, mientras que el hombre debe conducirse por la ra– zón. El que busca por encima de todo el placer sexual, obra como un animal. La falta de castidad embrutece. El entendimiento se embota y la voluntad se debilita. ¡Hasta el cuerpo envejece antes! Positivamente, la castidad nos espiritualiza, al despegarnos de lo sensible y dar la dirección al espíritu. Se llama virtud angélica, por– que nos asemeja a los ángeles. El casto tiene más capacidad para amar, adquiere mayor fortaleza para las tentaciones y sufrimientos, y goza de un inmensa paz interior. «Bienaventurados los linzpios de corazón, porque ellos verán a Dios» (Mt 5, 8). MEDIOS PARA GUARDAR LA CASTIDAD Entre los medios sobrenaturales se pueden enumerar los siguientes: a) Oración: siendo una virtud sobrenatural, debes pedir a Dios que te conserve casto. Muchos no tienen el valor de pedir la castidad. Y no podrán vencer. Especialmente suplicarla por intercesión de la Virgen María, que nos comprende y nos ayuda. b) Sacramentos: Si has caído, confiésate cuanto antes. No digas: «¡Qué más da!» La confesión te perdona el pecado y te da gracia para resistir. Estando en pecado, eres un ser indefenso frente a las tenta– ciones. Y comulga. La Eucaristía es Cristo que se posesiona de ti y va modelando tu corazón, llenándolo de amor de Dios. El que comµlga diariamente, es invencible. c) Mortificación: Cuando Jesús arrojó a un demonio impuro de un niño, sus apóstoles le preguntaron por qué ellos no lo pudieron ecl?,ar. Cristo les dijo: «Esta especie no puede ser lanzada sino por la oración y el ayuno» (Mt 17, 21 ). Sin mortificación, no se puede ser casto. Como medios, naturales, recordemos : a) Moral de victoria: si luchamos con la idea de que seremos de– rrotados, el fracaso es inevitable. Hay que convencerse de que se puede ser casto, de que Dios no pide imposibles. Con moral de victoria se vence. b) Huída de las ocasiones: En esta materia no podemos fiarnos de nosotros mismos. No encontrándonos en ocasión de pecar, venceremos más fácilment~. Es importante evitar la ociosidad. e) Fomentar una sana alegría: Muchas veces. el pecado impuro es una compensación que se pusca a falta de otras satisfacciones. Un joven sanamente alegre no se verá tentado como otro triste o fracasado. 184
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