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puede ser interpretada erróneamente, Dios ha establecido un Magiste– rio auténtico que conserve incorrupta y explique infaliblemente la Re– velación. Ejercitan este magisterio el ,Papa con sus enseñanzas ordi– narias (encíclicas, mensajes, audiencias ... ) o de un modo extraordina– rio cuando habla «ex cathedra», y los Obispos reunidos en Concilio, ,o dispersos por el mundo pero concordes entre sí y con el Romano Pontífice. La razón humana presta también su aportación investigando, anali– zando y reduciendo a síntesis los datos que recibe de las fuentes de la Revelación, del Magisterio y de la misma ley natural. Así que las fuentes de la Moral podemos reducirlas a tres: Reve– fación, Magisterio y Razón. Y no olvidemos que el acceso a las fuentes se ha de realizar con amor. Es nuestro Padre Dios quien nos habla. Y su mensaje es palabra .de amor, que sólo se comprende amando: «El que no ama, no conoce .a Dios, porque Dios es caridad» (l Jn 4, 8). LECTURA CRISTO REPRUEBA LA MORAL DE ESCRIBAS Y FARISEOS «¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas, que cerráis a los hombres el ifeino de los cielos! Ni entráis vosotros ni permitís entrar a los que querían en– trar. ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas, que recorréis mar y tierra para hacer un solo prosélito y luego de hecho, lo hacéis hijo de la gehenna dos veces -más que vosotros!. .. ¡Ay de vosotros, escribas y· fariseos, hipócritas, que diezmáis la menta, el anís y el comino, y no os cuidáis de lo más grave de la Ley: la jus– ticia, la misericordia y la lealtad! Bien sería hacer aquello pero sin omitir esto. ,Guías ciegos, que coláis un mosquito y os tragáis un camello. ¡Ay de vosotros es– .cribas y fariseos, hipócritas, que limpiáis por defuera la copa y el plato, que por ,dentro están llenos de rapiñas y codicias! Fariseo ciego, limpia primero por den– -tro la copa y el plato, y límpialo también luego por fuera. ¡Ay de vosotros, escri– bas y fariseos, hipócritas, que os parecéis a sepulcros blanqueados, hermosos por fuera, mas por dentro llenos de huesos de muertos y de toda suerte de inmundi– .cia! Así también vosotros por fuera parecéis justos a los hombres, mas por den– tro estáis llenos de hipocresía y de iniquidad. ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas, que edificáis sepulcros a los profetas y adornáis los monumentos de 1os justos, y decís: Si hubiéramos vivido nosotros en tiempo de nuestros padres, no hubiéramos sido cómplices suyos en la sangre de los profetas! Y.a con esto -0s dáis por hijos de los que mataron a los profetas. Colmad, pues, la medida de vuestros padres. Serpientes, raza de víboras, ¿cómo escaparéis al juicio de la ge– henna?» (Mt 23, 13-34).

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