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21 JUSTICIA CONMUTA- TIVA (Continuación) r----------, Seguimos con la justicia conmutativa. Estudiaremos ahora lo 1 que nos exige respecto a la vida corporal, a la fama y al honor, 1 todo ello preceptuado en el ,quinto y octavo mandamiento. 1 La vida es un don de Dios. Cristo vino a salvar no solamente las 1 almas, sino también los cuerpos: dio vista a los ciegos, movimien- 1 to a los paralíticos, salud a los leprosos, y alivió toda clase de do- 1 lencias. Resucitó a los muertos. Hasta alguna vez hizo milagros para dar de comer a los hambrientos, y aun para suministrar vino 1 1 en una boda. 1 Al mismo tiempo reivindicaba el honor y la buena fama de los 1 hombres: alternaba con los pecadores, con los publicanos, y cuan– do sus apóstoles interpretan la ceguera de un hombre como castigo 1 del pecado, Cristo aclara: «Ni éste pecó ni sus padres, es para 1 que se manifieste la gloria de Dios» (Jn 9, 3). 1 1 Tenemos que aprender de Cristo este respeto al cuerpo huma– no y a la fama de los hombres. 1 ---------- - 1 - 147

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