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La prudencia es la virtud sobrenatural que nos asemeja a Cristo en el recto gobierno de nuestras acciones en orden al último fin. « Virtud sobrenatural que nos asemeja a Cristo» = es el elemento común a todas las virtudes. «En el recto gobierno de nuestras acciones» = lo característico de la prudencia, su objeto, que nos dicta lo que debemos hacer en cada caso concreto. «En orden al último fin» = para distinguirla de la prudencia na– tural que regula el obrar del hombre para obtener cualquier fin terreno. Teófilo está jugando al ajedrez y piensa bien cada jugada. Se está regulando por una prudencia natural para ganar el juego. Pero cuando piensa cómo ha de comportarse para no ofender a Dios, se regula por la prudencia sobrenatural. ESPECIES DE LA P_RUDENCIA La prudencia, además de la división ya indicada de natural y sobre– natural, puede ser individuaJ y social, según que sirva para regirse ·a sí mismo o a los demás. Como partes integrantes de la prudencia hay que enumerar: -La memoria de lo pasado: la e::iGperiencia nos enseña de una ma– nera muy eficaz. -La inteligencia de lo presente: la razón, iluminada por la fe, nos dice si lo que proponemos hacer es bueno o malo. -La docilidad: para pedir y aceptar el consejo de otras personas más doctas y experimentadas. -La sagacidad: prontitud para resolver por sí mismo cuando no hay tiempo de pedir consejo. -La cautela: contra los obstáculos que pueden impedir el resultado. El hombre ha de contribuir positivamente al desarrollo de la pru– dencia sobrenatural. Aun humanamente la prudencia contribuye a for– mar una personalidad madura. SU IMPORTANCIA PARA FORMAR LA CONCIENCIA Siendo la conciencia la luz reguladora y norma subjetiva para co– nocer la moralidad de nuestras acciones, se comprende en seguida la importancia de la prudencia para la formación de la conciencia. Porque el examinar y prever todas las circunstancias y consecuen– cias de un acto nuestro, y ver el justo medio en el que se debe realizar, facilita grandemente el poderse formar un juicio práctico de la morali– dad de lo que pretendemos realizar. 124