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LECTURA EL MAGO SIMON INTENTA COMPRAR EL DON DE COMUNICAR EL ESPIRITU SANTO «Había un hombre llamado Simón, que de tiempo atrás venía practicando la magia en la ciudad y maravillando al pueblo de Samaria, diciendo ser él algo grande. Todos, del mayor al menor, le seguían y decían: Este es el poder de Dios llamado grande. Y se adherían a él, porque durante bastante tiempo los había embaucado con sus magias. Mas cuando creyeron a Felipe, que les anunciaba el Reino de Dios y el nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres. El mismo Simón creyó y bautizado, se adhirió a Felipe, y viendo las señales y mi– lagros grandes que hacía, estaba fuera de sí. Cuando los Apóstoles que estaban en Jerusalén oyeron cómo había recibido Samaria la palabra de Dios, enviaron allá a Pedro y a Juan, los cuales bajando, oraron sobre ellos para que recibiesen el Espíritu Santo, pues aún no había ve– nido sobre ellos; sólo habían sido bautizados en el nombre del Señor Jesús. En– tonces les impusieron las manos y recibieron el Espíritu Santo. Viendo Simón que por la imposición de las manos de los Apóstoles se comu– nicaba el Espíritu Santo, les ofreció dinero diciendo: Dadme también a mí ese poder de imponer las manos, de modo que se reciba el Espíritu Santo. Díjole Pe– dro: Sea ese tu dinero para perdición tuya, pues has creído que con dinero podía comprarse el don de Dios. No tienes en esto parte ni heredad, porque tu corazón no es recto delante de Dios. Arrepiéntete, pues, de esta tu maldad y ruega al Señor que te perdone este mal pensamiento de tu corazón; porque veo que estás lleno de maldad y envuelto en lazos de iniquidad. Simón respondió diciendo: Ro– gad vosotros por mí al Señor para que no me sobrevenga nada de eso que habéis dicho. Ellos, después de haber atestiguado y predicado la palabra del Señor, vol– vieron a Jerusalén envangelizando muchas aldeas de los samaritanos» (Hech 8, 9-25). Ejercicios Prácticos l. Tomás se considera bien formado en religión. Por eso dice que no reza el rosario porque es una devoción supersticiosa, ni da limosna en la iglesia porque es pecar de simonía. ¿Qué dices tú de ese modo de razonar? 2. A Teresa le han dicho que trae mala suerte derramar el salero en la mesa, y que por el contrario encontrar una herradura pronosti– ca felices acontecimientos. ¿Peca por ·creer esas cosas? 120

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