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Se comprende la gravedad de las prácticas mágicas por ir contra el culto del verdadero Dios. Algunos han confundido con la magia el hipnotismo, que es el arte de producir en otro la hipnosis, un estado muy parecido al sueño en el que el paciente queda completamente sugestionado por el hipnoti– zador. El hipnotismo es un fenómeno natural, y realizado con las de– bidas cautelas es lícito, a no ser que se intente un fin malo. II) IRRELIGIOSIDAD Si la superstición y sus derivados eran un exceso VICIOSO de la vir– tud de la Religión, la irreligiosidad es el pecado por defecto de la re– ligiosidad. Se define como «toda irreverencia contra Dios o contra las cosas sagradas». Las faltas de rever·encia directamente contra Dios son la blasfemia y la tentación de Dios. Las que van contra lo sagrado son el perjurio, el sacrilegio, la simonía... Nay que notar que existe también la irreligiosidad como estado genernl del hombre. En toda la historia 110 han faltado personas descreídas, que han vivido al mar.gen de la Religión. Y si reflexio– nas, te darás cuenta de que 1a: irreligiosidad, como actitud habi– ,tual, no es tan rMa en nuestros días. TENTACION DE DIOS La tentación de Dios es el dicho o el acto con el que se p 1 retende poner a prueba algún atributo divino. Una persona te ha ocasionado injustamente un grave daño. Tú gritas indignado: «Si Dios es justo, que esa persona muera en el acto». Has tentado a Dios. Si uno duda expresamente de esos atributos divinos, la tentación de Dios es formal. Si solamente desea poner a Dios a prueba, sin dudar, es tentación interpretativa. La formal es siempre grave; la interpretativa, si la materia es leve, no llega a pecado mortal. PERJURIO Es · el · juramento que carece de verdad. Por poner a Dios como tes– tigo, siendo falso aquello por lo que se jura, se comete una grave irre– verencia contra Dios. 118
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