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Desdichados los que llaman dioses a las obras de sus manos (Sb 13, 10) una mezcla defectuosa que constituye la superstición. Esta no es más que «un culto vicioso de Religión». Teodoro siente la necesidad de pedir la protección divina. Pero infundadamente cree que esta protección la obtendrá llevando un talismán en el bolsillo. Es superstición, pues junta con la invoca– ción a Dios, un medio desproporcionado para tal efecto. Hay muchas modalidades de superstición, según que el defecto se encuentre en la sustancia del acto o en las circunstancias. IDOLATRIA Podemos definirla como «el culto tributado a una criatura corno si fuese Dios». Adorar al sol, a la luna, al fuego, a los animales, a imágenes o ídolos ... , son diversas formas de idolatría. Es por tanto una usurpación que se hace a la gloria de Dios y que el demonio favorece cuanto puede. Al que le pedía que se postrara ante él, Cristo responde: «Apártate, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a El solo darás culto» (Mt 4, 10). Y San Pa- 116