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A ti, Señor, se te debe el cumplimien- . to de los vo– tos (Sl 64, 2) No se puede hacer voto de algo imposible (no comer nada en un ·año). Y como se hace a Dios, lo . que se promete tiene que ser mejor que lo opuesto. La castidad es mejor que el matrimomo, por eso se ;puede ha– cer voto de castidad. También en algún caso se podría hacer vo– to de casarse, cuando por ejemplo fuese el remedio al pecado: el matrimonio es mejor que una vida de pecado. Los votos pueden ser 'públicos o privados, si ·1os admite la Iglesia oficialmente o no; absoluto o condicionado, si no dependen de ninguna condición o lo contrario; personal, cuando se promete una acción de la ·propia persona, y real cuando se promete alguna cosa... Una vez hecho el voto, se sigue la obligación de cumplir lo prome– tido. La fuerza de la obligación depende de la materia y de la inten– .ción del que hace el voto. Una cosa leve no puede prometerse bajo grave; en cambio una cosa grave puede prometerse bajo pecado leve, ·a no ser que lo prohiba la Iglesia. 111