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puerta está ya cerrada, y mis nmos están ya conmigo en la cama, no puedo le– vantarme para dártelos. Yo os digo que, si no se levanta y se los da por ser ami– go suyo, a lo menos por la importunidad, se levantará y le dará cuanto necesite. Os digo, pues; Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá; por– que quien pide recibe, y quien busca halla y al que llama se le abre. ¿Qué padre entre vosotros, si el hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si le pide un pez, le dará en vez del pez, una _serpiente? ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpion? Si vosotros, pues, siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¿cuán– to más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo piden?» (Le 11, 1-13). Eje re icios Prácticos 1. Patricio no ha sentido nunca la necesidad de acudir a Dios. No reza al levantarse ni al acostarse, ni antes de comer, ni en ningún momento. Los domingos va a misa, pero se pasa el tiempo mirando a los que entran y salen. ¿Practica Patricio la virtud de la religión? 2. Plácido nunca pierde los domingos la misa de las 8. Pero al vol– ver a casa se encierra en su taller de ebanista hasta la hora de comer para ultimar trabajos que le quedaron del sábado. Después de la comida se va al fútbol. El resto de la tarde lo pasa en el bar comentando las incidencias del partido. ¿Cómo juzgas tú este modo de santificar las fiestas? 3. Crescencio dice que no va a Misa porque se aburre soberanamente. Le parece una tontería estar viendo ceremonias extrañas que no entiende. Y juzga que es preferible quedarse en casa leyendo el evan– gelio u otro libro piadoso. ¿Te satisface su punto de vista? r R~fi;xió~ Pe~o~al - - 7 1 ¿Está mi vida penetrada del espíritu de oración, como quiere 1 Cristo? 1 ¿Mis domingos son días sagrados o prácticamente más profa– nos que los días de semana? 1 1 1 _ ¿Entiendo y sigo la Misa como un auténtico cristiano? -- -------- -- - 107