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Pero el problema se plantea más crudamente en los elementos esenciales: ¿Perdurará la Iglesia hasta el fin del mundo tal como la fundó Cristo, es decir, c-on jerarquía y primado? Aquí es donde fundamentalmente difieren las creencias de otras religiones cris– tianas. LA JERARQUIA ES ESENCIAL A LA IGLESIA Pero la Iglesia no puede variar en sus elementos esenciales. Si fuese posible un cambio en algo esencial, la Iglesia ya no sería la misma, sería otra Iglesia. Esencial es todo lo que Cristo instituyó. Luego para saber ahora cuál es la Iglesia .de Cristo, hemos de buscar en dónde permanecen los elementos que Cristo dio a su [glesia. Y ya hemos visto que Cristo instituyó en la Iglesia la auto– ridad de los Apóstoles. Pues bien, precisamente al conferir a los Apóstoles las tres po– testades (recuerda el texto de Mt 28,18-20) Cristo añadió « Yo es– taré con vosotros hasta la consumación del mundo» (Mt 28,20). Es una manera de decir que les prestará su apoyo, que les ayudará a ejercer las tres potestades de regir, enseñar y santificar, «hasta la consumación del mundo». O sea, que en la Iglesia de Cristo hasta el fin del mundo habrá una jerarquía que ejerza la triple potestad. Después de la muerte de los Apóstoles, habrá otros hombres (los Obispos) que les sucederán en el ejercicio de esas potestades. De esto podemos concluir que la Iglesia de Cristo se reconoce– rá, entre otras cosas, por tener una jerarquía, un:l autoridad sobre todos los fieles, para gobernarlos, enseñarlos _y santificarlos. EL PRIMADO, FUNDAMENTO PERENNE DE LA IGLESIA La jerarquía no basta para distinguir a la Iglesia de Cristo de otras falsas iglesias. Porque hay sectas e iglesias cismáticas que tienen Obispos. El verdadero punto clave es el Primado, el Papa. Cristo fundó una Iglesia en forma monárquica, esto es, con una única autoridad sobre la jerarquía y los fieles. Este título se lo dio a Pedro. Y Cristo prometió que «las fuerzas del infierno no prel'alecerún contra ella,, (Mt 16,18), contra la Iglesia, precisamente por estar fundada sobre roca. De donde deducimos que la roca o fundamento ha de durar mientras dure la Iglesia. Después de la muerte de San Pedro, esta función de fundamento ha de seguir ejerciéndola otra persona que c:;uceda a San Pedro (el Obispo de Roma, el Papa). 66