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9 ESTA SOCIEDAD ·ES LA IGLESIA CATOLICA Está, bien. Cristo fundó una sociedad religiosa, una Iglesia. ¿Pero por qué precisamente esta Iglesia ha de ser la Católica? Los protestantes, y dentro de ellos, cada secta, afirman que son ellos la verdadera Iglesia de Cristo. Los cismáticos orien– tales, los anglicanos, etc., insisten en lo mismo·. Y también ¿por qué la Iglesia de Cristo no la constituyen todas las religiones cristianas? Frente a estas ·preguntas, tú necesitas saber dónde está la verdad. PERENNIDAD DE LA IGLESIA Cristo, indudablemente, pensaba en una Iglesia que durase hasta el fin del mundo. Y lo que El realizó, tendía precisamente a eso: a prolongar, a perpetuar su obra después de su ascensión al cielo. En este sentido propone una parábola: Un labrador siembra en su camoo semilla buena. Su enemigo, durante la noche, siembra ci– zaña. Crecen juntamente el trigo y la cizaña, pero al tiempo de la ·siega, el trigo se recoge en los graneros y la cizaña se arroja al fµego. La explicación la da el mismo Cristo: «El que siembra la buena semilla es el Hiio del hombre: el campo es· el mundo; la buena se– milla son los hiios del Reino; la cizaña san las hiias del maligno; el enemigo .que la siembra es el diablo; la siega es la consum,;i.ción del mundo; los segadores son los ánR,eles. A la manera, pues, que se re– coge la cizaña i¡ se quema en el fúego, así será en la consumación del mundo» (Mt 13,37-40). La explicación de la parábola nos descubre la mente de Cristc El estaba oénsando en una Iglesia que perdu:ada hasta «la consu mación del mundo». 65

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