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en la t:erra. Por eso decimos que la sociedad fundada p<¡r Cristo es monárquica, porque la suprema autoridad la ejerce una sola per– sona. El Apóstol escogido para ser la suprema autoridad fue Pedro. Cristo le dijo en cierta ocasión: <( Tú eres Pedro (Roca, Piedra) y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las fuerzas del infierno no prevalecerán contra ella. Y o te daré las l!al.'es del Rei. ¿o de los Cielos y todo In que atares en la tierra, será atado en el cielo; y todo Jo que desatares en la tierra, será desatado en el cielo» (Mt 16,18-19). Con este modo de hablar, Cristo le prometía la suprema auto– ridad: l. Al llamarlo (<Roca» sobre la que edificaría su Iglesia, quería decir que así como el fundamento es lo que da consistencia al edi– ficio, Pedro daría estabilidad a la Iglesia. En una sociedad de hom– bres .l.o que da estabilidad y unidad es f'l jefe, el que lleva la direc– ción. Luego Pedro, por ser ((Roca» de la Iglesia. es la suprema auto– ridad de la misma. . 2. Al darle u las llaves» quiere decirle que le da el poder. Efec– tivamente, el que tiene las llaves puede abrir y cerrar, dejar entrar o echar fuera. Tal es la suprema autoridad que recibió San Pedro. 3. Por último, el ((atar y desatar», como dijimos de los demás Apóstoles, es el poder de prohibir o permitir, el poder dar leyes. Oue de hecho Cristo le dio la suprema autoridad a San -Pedro queda corroborado cuando después de la Resurrección le dijo: 11Apacienta mis corderos, apacienta mis ovejas,, (Jn 21.15-17) con lo que ·1e dejaba al frente de su Iglesia simbolizada en forma de re– baño. Todas estas verdades las resume el Concilio Vaticano II: «El Se– ñor Jesús, después de haber hecho oración a1 Padre, llamando a sí a los que El quiso, eligió a los doce para que viviesen con El y en– viarlos a predicar el reino de Dios; a estos Apóstoles· los instituyó a modo de Cole~io. es decir, de grupo estable. y nuso al frente de ellos a Pedro. ele~ido de entre los mismos. A éstos envió Cristo primero a los hijos de Israel, luego a todas las ~entes, para que, con su potestad, que les comunicaba, hiciesen discíoulos suyos a todos los pueblos, los santificasen y gobernasen y así dilatasen la Iglesia y la apacentasen. sirviP.ndolr1. baio lr1 dirección del Señor, todos los d{éls hasta la consumación de los siglosn (Sobre la Iglesi1, r.úm . 19). 61

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