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Las profecías más importantes hechas por Jesús fueron éstas: Predecir con toda clase de detalles su pasión y muerte (Mt 16,21; 17,22; 20, 17); la traición de Judas (J n 6,65); negación de Pedro (Me 14,27); martirio de Pedro y de los hijos del Zebedeo (Jn 21,18 y • Mt 20,23); huída de sus discípulos (Mt 26,31); la fama univer– sal de la Magdalena (Mt 26,13); la destrucción de Jerusalén (Mt 24). Cuando Cristo los anunció, eran sucesos futuros libres, y los predijo claramente y con toda suerte de detalles: «Os lo he · dicho ahora antes que suceda, para que cuando suceda, creáis» (J n 14,29). RESURRECCION GLORIOSA La resurrección gloriosa de Cristo es el argumento cumbre en favor de su mesianidad. San Pablo escribió: «Si Cristo no resuci– tó, vana es nuestra predicación, vana vuestra fe» (1 Co 15,14). Sobre tres datos capitales apoyamos el hecho de la resurrec– ción de Cristo: 1. . Su muerte: Si Cristo no hubiese muerto, su resurrecc1on se– ría imposible. Hubiese sido un fraude, una invención, pues resucitar es volver de la muerte a la vida. Pero Jesús ciertamente murió: lo atestiguaron los soldados que rompieron las piernas a los dos la– drones, y a Cristo no se las rompieron porque ya estaba muerto (Jn 19,33). · Pilatos se informó del Centurión sobre la verdad de la müerte de Jesús, y, convencido, permitió que José de Arimatea re– cogiese el cadáver (Me 15,44-45). Era de todo punto improbable que Jesús continuase vivo después de la flagela"ción, de subir al Cal– vario cargado con la cruz y de haber recibido la lanzada. Ante la menor sospecha de que todavía viviese, ni los enemigos de Cristo hubiesen permit.ido que se le bajase de ]a cruz, ni sus amigos le hubiesen enterrado. · 2. El ~epulcro vacío: Se le enterró en un sepulcro nuevo (J n 19,41) y los sacerdotes y fariseos piden a Pilatos guardia para vigilar el sepulcro (Mt 27,62-66). A pesar de todo, el sepulcro aparece vacío. Lo testifican los mis– mos guardias (Mt 28,11-15), las piadosas mujeres (Mt 28,1-10), Pe- dro y Juah {Jn 20,3-10). · ¿ Fue robado? Es inverosímil y ridículo creer que los Apósto– les - pobres hombres acooardados- para hacer circular una pa- 53