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mente: " ro SO!/ •' (Me 14.61-62). Este es r·l motivo por el que el Sa– nedrín le condent1 a muerte. - Delante de Püncio Pilato, los judíos presentan la misma acu– sación dándole un matiz rolítico. Y J esüs re;1firma su carácter me– siánico quitándole el color político: ,, Mi reino 110 C'S dC' este mun– c/o ,, (jn lX.36). A jesüs le huhiera sido fácil librarse de ia muerte negando que era el Mesías. Pero reafirmó la \'erdad y aceptó 1as consecuencias que le acarreaba tal afirmación: la muerte de cruz. C\RACTER L'~l\'ERSAL DE SU DOCTRl;"i,\ Jesüs afirmó que El era el Mesías. el enviado de Dios. Pero no solamente para los judíos. sino para los hombres de todos los tiem– pos y naciones. ,,Se me Izo cluclo tocio poder en el cielo !f en lo tierra: icl, pues. !I ensáiocl e, tocias las gentes. bcmt i=cíndolus en el nombre del Pa– dre !I ele! Hiio !! ele! Espíritu Santo, ensáicínc/oles a obsen:ar todo cuantn 1¡0 os lze mcmc/ado, , (Mt 28, 18-20). Si J ~sús nos trae un mensaje de Di0s, tenemos que aceptarlo. Y así lo exige el mismo Jesús. bajo pena de condenación: ., /el por todo el mundo y predicad el Ernngelin u tocia criatura. El que creyere y fuere hauti:ado, se salntrá, mas el que no crei¡ere, se C()Jzc/enctrcí" (Me 16.15-16). LECTLJR.-\ : ¡.:¡ Bautista atestigua la mesianidad de Jesús "Y lle:,!,.índosc a Juan sus discípulos, le dijeron: Maestro, aquel que es– taha contigo al otro lado del Jordán. en cuyo favor declaraste, he aquí que bautiza y todos corren hacia él. Respondió Juan: Nadie puede atribuirse sino lo que le ha sido dado del ciclo. Vosotros mismos sois testigos de que yo he dicho: No soy el Cristo. sino su heraldo. Es esposo quien oosee a la es– posa: el padrino. c.¡uc está allí para escuchar la voz del esposo, se alegra in– tensamente al oír su voz. Esta es mi alegría: ahora es completa ya. Convie– ne que El crezca y que yo me achique. Quien viene de arriba es superior a todos. Quien viene de la tierra es terreno y ·habla de cosas terrenas. Quien viene de arriba está por encima de todos y es testigo de lo que ha visto y oído. pero nadie admite su testimonio. Quien lo admite certifica que Dios es \·eraz: pues Aquel a quien Dios ha enviado, habla las palabras de Dios, porque le comunica el Espíritu sin medida. El Padre ama al Hijo y ha puesto en sus nianos todas las cosas. Quien cree en el Hijo tiene la vida 48