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mente: "ro S<>!f" ( Me 14.61 -62). Este es el motiY0 por el que el Sa– nedrín le condentt a muerte. -- Delante de Póncio Pilato, los judios presentan la misma acu– sación dándole un matiz político. Y J esüs reé1firma su carácter me– siánico quitándole el color político: ,, Mi reino no es de este mlin– c/o ,, (Jn UUA). A jest'1s le hubiera sido fácil librarse de ía muerte negando que era el Mesías. Pero reafirmó la \'erdad y aceptó las consecuencias que le acarreaba tal afirmación: la muerte de cruz. C\RACTER L'Nl\'FRS,\L DE SU DOCTRI~,\ J esüs afirmó que El era el Mesías. el cm·iado de Dios. Pero no solamente para los judíos. sino para los hombres de todos los tiem– pos y naciones. ,, Se me Izo chulo tocio poder en el cielo !f en lo tierra: id, pues. !I ense11ucl o tocios los gentes. baut i:únclolas en el nombre del Pa– dre !I del Hijo !I ele/ Espíritu Santo, ense11cínc/oles a obsen·c1r todo cucmt n 1¡0 os lze mcmde1c/0 11 (M t 28.18-20). Si J ~sús nos trae un mensaje de Di0s, tenemos que aceptarlo. Y así lo exige e l mismo Je sús. bajo pena de condenación: ,, !el por todo el mundo y predicad el Ernngelin e1 toda criatura. El (Jlle cTeyere y fuere hauti:ado. se sali·C!rá . mas el que no crez¡ere, se em I el enor cí " ( M e l 6. 15-1 6). LE( TG R.-\ : El Bautista atestigua la mesianidad de Jesús 11 Y lle g..í ndose a ] uan sus di sc ípulos, le dijeron: Maestro, aquel que es– taba contigo al otro lado del Jordán. en cuyo favor declaraste, he aquí que bautiza y todos corren hacia él. Respondió Juan: Nadie puede atribuirse sino lo . que le ha sido dadn del ciclo. Vosotros mismos sois testigos de que yo he · dicho: No soy e! Cri s to. sino su heraldo. Es esposo quien oosee a la es– posa: e l padrino. que es tá allí para escuchar la voz del esposo, se alegra in– temamen te al oír s u voz. Esta es mi alegría: ahora es completa ya. Convie– ne que El crezca y que yo me achique. Quien viene de arriba es superior a todos. Qui en \'iene de la tierra es terreno y habla de cosas terrenas. Quien viene d e arriba está por encima de todos y es testigo de lo que ha visto y oído. pero nadie admite su testimonio. Quien lo admite certifica que Dios es \·eraz: pub Aquel a quien Dios ha enviado, habla las palabras de Dios, porque le comunica el Espíritu sin medida. El Padre ama al Hijo y ha puesto en sus nic.Jnos todas las cosas. Quien cree en el Hijo tiene la vida 48