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5 MANIFESTACIONES DE DIOS AL HOMBRE Hay orgullo y jactancia en el hombre al pensar que Dios vela por él, y que le ama como a un hijo. Es una audacia in– calificable pretender que Dios haya manifestado y descubier– to su vida íntima a la curiosidad humana. Es indigno de El divulgar sus secretos. Dios no puede hacer eso ( ?). Este modo de razonar no es infrecuente. Tú tienes una res– puesta para los que piensan de esa manera. EL MUNDO QUE NOS RODEA Es indudable que el hombre en sus obras manifiesta aspectos de su personalidad. Se conocen por el estilo de los cuadros de un pin– tor o las producciones de un literato. Incluso modernamente de los rasgos de la escritura se puede deducir las cualidades y las carac– terísticas de una persona. Con las obras de Dios ocurre otro tanto. El mundo que nos ro– dea ha sido creado por Dios, y por el orden del universo podemos deducir la sabiduría de su Autor: por las fuerzas de la naturaleza, la omnipotencia de su Creador; por la bondad de los seres. la san– tidad del Padre que está en los cielos. Cantó el salmista: «Los cielos pregonan la glorio de Dios, lJ el firmamento anuncia la obra de sus manos » (SI 18, 1 ). San Pablo es– cribía a los romanos: <1Desde la creación del l1lllndo. lo invisible de Dios, su eterno pode,r lJ su divinidad son conocidns mediante las criaturas» (Rm 1.20). Esta verdad la recoge el Concilio Vaticano JI ,ifirmando que «Dios, principio y fin de todas las cosas. puede ser conocido con se– guridad por la luz natural de la razón humana. partiendo de las cria- turas» (Sobre la divina Revelación. núm. 6). · 39

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