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guen también libertad reli,giosa. No se podía, por ejemplo, hacer pro– paganda cristiana ni levantar nuevos. templos. Esta situación, teóricamente tolerable, se hace muy difícil en la práctica por los continuos abusos de los dominadores. Se llamaba «mu– ladíes» a los cristianos apóstatas, y «mozárabes» a los -que, en terri– torios sometidos a los árabes, permanecían fieles a su fe cristiana. • PERSECUCIONES Y MAR,TIRES Aunque los árabes de suyo toleraban las Religiones judía y cristiana, España conoció, bajo su -dominación, largos períodos de auténtica per– secución con derramamiento ,de sangre cristiana. A fines del siglo VII comienzan las medidas hostiles contra los cristianos; pero la persecución cruenta comienza con Abderramán II, y fueron sus p·rimeras víctimas los hermanos Adolfo y Juan. Bajo el Califa Abderramán III recrudece la persecución; des·pués no se registran ya martirios fuera de los primeros momentos en que cruzan el e strecho nuevos pueblos salidos del •desierto. Los mártir-es más ilustres -de la pers,ecu.ción árabe en España son: María y Flora, el niño -San Pelayo, y, sobre todo, San Eulogio. LA RECONQUI,STA Pocos años después del b:undimiento del Reino visigodo, Pelayo En Covadonga comienza la Reconquista española • inicia, en Covadonga (718), la reconquista cristiana del territorio •na- cional; es una lucha que dura ocho siglos y en la que se he11r1anan 68

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