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LA VIDA MONASTICA - • En todos los tiempos ha, habido en el seno de la Iglesia Católica hombres .que se han propuesto reducir al mínimo su contacto con el mundo para dedicarse más plenamente al servicio de Dios sobre el ejemplo de Jesús. Este es el ideal de la vida monástica que en todos los tiempos ha florecido en la Iglesia adoptando formas múltiples; encarnó primero en los ascetas; después en los anacoretas que se retiran a la soledad de los desiertos; más tarde aparecen las comunidades de monjes, las Ordenes Mendicantes, los clérigos regulares, etc. LA VIDA MONASTICA.-SU FUNDAMENTO En cierta ocasión se acercó un joven a Jesús preguntándole qué debía hacer para conseguir la vida eterna; Jesús le advierte que el camino de la perfección está en guardar los Mandamientos, y, al decirle el joven que los ha guardado desde su infancia, el Señor añade: « si quieres ser perfecto, distribuye tus bienes entre los pobres y sígueme» (Me., 10, 21). Este consejo de Jesús constituye el fundamento de la vida mo·nástica. El joven -del Evan-gelio a quien Jesús dirigió por primera vez su consejo no se sintió con fuerzas para ponerlo por obra; la Historia de la Iglesia, en cambio, cuenta con legiones de hombres y mujeres que han hecho de este consejo no1111a de su vida. Podríamos •de.finir la vida monástica como una fon11a de vida en la cual se quiere conseguir, la perfección cristiana, retirándose a la sole– dad y observando los tres votos de Obediencia, Pobreza y Castidad, en que se condensa el espíritu de los consejos evangélicos. En el apartado siguiente in·dicamos cómo se ha ido realizando este ideal en la Historia de la Iglesia. SUS FASES Des·de los tiempos Apostólicos ha tenido seguidores el consejo de Je– sús que constituye el fundamento de la vida monástica. Y no_podía ser de otra ,forma. ·La Iglesia, por ser santa, tendrá siempre en su seno hijos que cifren oficialme·nte el id-eal de su vida en co·ns,eguir la perfec– ción señalada por Jesús al joven que ya observaba los mandamiento•s. 52