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CONCILIO DE JERUSALEN Cuando San Pablo vuelve •de su primer viaje apostólico se •plantea un grave problema a la comunidad cristiana .de A·ntioquía; a1gunos ju– díos C(.lnvertidos al Cristianismo comenzaron a decir que la circuncisión era necesaria para salvarse. Pablo y Bernabé se les oponen enér-gicamen– te, y para resolver de una manera definitiva la cuestión, se dirigen a Jeru– salén a fin -de entrevistarse con los Jefes de la comunidad .de aquella ciu– dad, -que pasaba por se·r ma-dre d-e todas las demás comunidades que for·111aban la Iglesia. Esta reunió·n ha pa·sado a la Historia con el nombre d-e Concilio apostólico o Co11cilio de J erusa1én. Ti ene lugar en el año 50. ' Intervienen en el debate, entre otros, Pedro, Santiago, Pablo y Ber• nabé. El Concilio decide: que la circuncisión no era obligatoria para los . cristianos convertidos de la gentilidad. La tesis. ·de San Pablo se impone; la I-glesia se iba in,dependizan-do -cada vez más de .}a -sinagoga. SAN PABLO EN ROMA: PRIMER CAUTIVERIO Los cristianos -de Roma conocían de antema·no la ,llegada -de San Pa– blo a su -ciu-dad; por eso envían algunos he1111anos ,a recibirJe; el, primer encuentro tiene lugar en el Foro de Apio, a unos 66 kilómetiros de Roma. Era la pri-mavera -del año 61. Pablo, cautivo en espera ,del juicio, goza ele relativa libertad; es la suya una situación .de favor; vive en una casa particular; le vigila con– t1nuamente un soldado, pero puede predicar con frecuen·cia. .Esta situa– ción ,du-ra unos dos años; es Ja última noticia que nos tras-mite el libro de Los Hechos; a partir -de este .mon1ento, la vida del Apóstol nos es co– nocida únicam-ente por tradiciones más o menos verosímiles. 1 Parece que San Pablo fue puesto en libertad sin que se celebrara el juicio, pues no debieron presentarse los judíos de Jerusa-lén que le habían a-cusado ini- cialmente. ·· SAN PABLO EN ESPAÑA En su carta a los Romanos, manifiesta San Pablo s·u ,deseo de -llegar hasta España. Y parece que cumple este deseo al obtener en Roma libeF-ta,d de su primer cautiverio. Así lo •dice San ,Clemente ·Romano, a fines ,del si,glo I. También nos habla ,de la presencia -de Pablo.en· España, el «fragmento muratoriano» (fragmento de un catálogo de los libros del Nuevo Testamento, llamado muratori.ano por haber -sido descubierto por M1:ITatori), escrito a mediados del si~o II. El hecho de la p·resencia de San Pablo en España es his•tóricarnente cierto; en cambio, na,da .sabemos de la activida.d -del Apóstol en nuestra 1 Patria; distintas ciudades se glorían de haber oído su voz -de fuego; pro– bablemente desem.barcó en Tarragona que era el puerto más importante de la España Romana. 31

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