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obstinados. Para evitar mayores males, se decide el Pontífice a trasla– darse a Par.ís para la ceremonia de la coronación imperial. Se firma al fin un Concordato para normalizar la situación ,de la Iglesia en Francia ; pero Napoleón se permite abusivamente, a•l publicarlo, anadir los !!a– mados Artículos O~gánicos, ·que introducían novedades reprobadas por el Papa. Por negarse a ceder al Emperador sus Estados Pontificios, Pío VII es llevado prisionero a Francia; allí se le aísla de sus consejeros_íntimos y se le arranca brutalmente, después de una insistencia in.humana, el Tratado de Fontenebleau por el que e1 Papa renunciaba a los Estados Pontificios. Mientras Napoleón se extinguía en Santa Elena, Pío VII, r•eorganiza en Roma los Estados Pontificios. Pío VII y Napoleón Vida cultural y religiosa en los siglos XVII y XVIII: Son dos siglos diam'l(!,tralmente opuestos; en el XV11, la cut.tura es aún ·ca– tólica; corresponde la hegemonía a la Francia Católica y las figuras más destacadas en el rrzundo cultural son catól-icas. El siglo XVIII es iluminista y, por tanto, anticristiano. 126