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VIDA RELIGIOSA, CULTURAL Y SOCIAL DE LA EDAD MEDIA ,, Al contrario de lo que sucede actualmente, en la Edad Media todas las instituciones de Europa estaban íntimamente penetradas de religiosidad; de ahí que todas las manifestaciones de la vida del es– píritu llevaran el sello de la fe cristiana. Las •grandes empresas mili– tares son Cruzadas; las fundaciones son Orderies Religi-osas; las me– .fores construcciones son Catedrales; los sabios más destacados son Teólogos; las E scuelas son, ,en su mayoría, Abaciales o Catedralicias. Y es, por fin, .la Iglesia quien impulsa la erección de Universidades. La fe es el resorte secr~to que mueve al hombre medieval; y la Iglesia se impone en todas .partes con su autoridad indiscutible. LA VIDA CRISTIANA La vida cristiana del hombre medieval se caracteriza por una fe in– tensa no siempre exenta de superstición; se creía en las brujas, se multiplicaban las apariciones del diablo, era frecuente el duelo y se recurría a 1os llamados «juicios de Dios» en que el acusado -debía de– mostrar su inocencia sometién-dose a una prueba que exigía el milagro. La reforma impulsada por ·Gregario VII, aunque directamente afec– taba al clero, repercute beneficiosamente en la vida cristiana del pueblo. Entr~ las devociones más queridas del hombre de la Edad Media hay que citar las de la humanidad -de Jesús, la Eucaristía, la Santísima Virgen, las reliquias y los santos en general. Otras manifestaciones de la piedad medieval son: las peregrinacio– nes a lugares sagrados; entre todos son célebres: Palestina, Roma y Santiago de Compostela. Se intensifica la instrucción religiosa mediante la predicación que corresponde en buena parte a ,las Or,denes Mendicant,es., el teatro reli– gioso y las artes figurativas que adornan los templos. LOS SACRAMENTOS Los Sacramento·s constituyen la fuente principal .de la vida sobre– natural de los cristianos. Durante la Edad Media, se precisa teológicamente el número y la noción de Sacramento como «signo sensible que prod.uce la gracia». 95