BCCCAP00000000000000000000485

LOS INDIOS GUARAUNOS Y SU CANCIONERO 59 Se ha dicho ya varias veces estar severísimamente prohibido presenciar estas danzas sacerdotales y las ceremonias que les pre– ceden y les siguen a niños y mujeres, a excepción de las que tienen que intervenir en ellas por prescripción litúrgica. Lo mismo que de– cíamos al tratar de la oración del teurgo en la casa del I ebu, creen que las mujeres o niños que se atreven a mirar aquello mueren irre– misiblemente. Para evitar este peligro improvisan una especie de entoldado o barraca, que arman con los chinchorros, mosquiteros, ropas y tra– pos que pueden tener a mano; y, a falta de otra cosa, con palmas y ramaje. Recordará el lector la disposición de una ranchería morichalera, conforme se describió en el capítulo primero. Consta --como allí decíamos-- de tres partes: Jebu a janoko, jojo-noko y janoko-sebe (santuario, plaza y caserío). Ahora bien. Entre el janoko-sebe o caserío y el jojo-noko o pbza de las danzas se emplaza el tabique de separación antedicho, que aísla del caserío la plaza y el santuario. De la parte de afuera que– dan los niños y las mujeres, en un silencio tan absoluto que no se escucha ni el resuello. A fin de que este silencio no sea alterado en lo más mínimo, tienen la precaución de recoger con tiempo los animales domésti– cos. Los perros los amarran y llevan lejos, de suerte que no sea posible oír sus ladridos 2 • Los personajes que toman parte activa en la danza del jatabu son los siguientes: el Güisiratu o teurgo principal, que es ordina– riamente el jefe de la ranchería, fratría o tribu; doce hombres pin– tados, que evolucionan alrededor del piache antedicho, y, cuando éste termina, prosiguen ellos la danza, uno tras otro; la matriarca o reina de la ranchería o tribu, que suele ser la esposa principal del jefe-teurgo; seis mujeres, las más distinguidas, todas las cuales lle– van pintados los brazos; los botuteros o músicos, que acompañan las ceremonias sagradas; el següei-arotu o portador del següei, que podemos denominar pertiguero o también maestro de ceremonias, cuya misión es avisar a los botuteros en las circunstancias en que deben tocar sus instrumentos. Todos los restantes son simples espectadores, entre los cuales me encontraba yo en la ranchería de Juaneida durante el novilunio de marzo de 1941. Entre los instrumentos están el següei y los botutos. 2 Así lo vi yo mismo practic2.r en la ranchería de Juaneida (Macareo).

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz