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580 P. BASILIO M. DE BARRAL Pertenece a los preliminares del jojomare el saludo o venia a los jefes o idamotuma y al público en general, que viene a ser lo que el brindis de los toreros al comenzar la corrida, sólo que los gua– raúnos lo verifican actuando. A estos festivales guaraúnos, en los que no puede faltar la bebi– da, asisten siempre los primates o jefes de la ranchería y los ancianos de uno y otro sexo, quienes se colocan sentados a los lados del local en donde se celebra el baile. De ordinario no actúan al principio; pero a medida que la dan– za va encendiéndose y el ambiente caldeándose al conjuro de las canciones, las evoluciones y las totumas de Jobi o bebida fermen– tada (casiri, guarapo o aguardiente), también ellos y ellas van en– trando en los coros, cantando y danzando lo mismo que la gente joven. Ahora bien. Estando ya la danza en marcha y habiendo entrado en la tercera fase del ritmo, el últimamente descrito, comienzan a avanzar rítmicamente los bailadores, evolucionando uno y otro coro sobre sí mismos, hasta quedar de espaldas entre sí y de frente al gru– po de espectadores que antes tenían detrás. Fig. 2~ h1 u, "t::I ... g. ... c. o ... "' "' Jejts ~ ~ Jefes V, cu .... C, "O ~ '-' C>) e:,_ V, µ..j Saludo a los 'ldamotuma' Puestos ya de cara a los idamotuma, van pasito a paso aproxi– mándose a ellos, acentuando cada vez más las oscilaciones del cuer– po para hacia adelante, hasta parecer verdaderas reverencias, un poco más pronunciadas que la que llamamos inclinación media en li– turgia. Todo esto se realiza cantando, sin perder el ritmo en el golpeteo de los pies y las oscilaciones del cuerpo. Si los idamotuma ocupan los cuatro lados del local de baile, des– pués de haber hecho las reverencias a los que tienen a los flancos, en la forma ya referida, ambos coros se dirigen a los otros dos gru-