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LOS INDIOS GUARAUNOS Y SU CANCIONERO 551 Por perpetuar esta canción el amargo recuerdo que los guaraúnos conservan de una de las épocas más turbulentas y desdichadas de su historia contemporánea, la de la explotación de la goma del ba– latá en las selvas del Delta, se me perdonará si me detengo más de lo que quisiera para decir algo de lo que aquello fue. El árbol del balatá, llamado también purgo, y en guarao kuberu, es la especie mimusops balata, de la familia de las sapotáceas, cuyo jugo, elaborado, se emplea en" sustitución del caucho y de la guta– percha. Ese jugo, llamado vulgarmente leche del balatá, recién ex– traído, es blanco, inodoro y de sabor agradable. Pero a las pocas horas se convierte en una masa compacta de color pardusco rojizo, algo flexible sin llegar a la elasticidad, y un poco más pesada que el agua. La extracción del jugo o leche del balatá se obtiene practicando en la mata tumbada (sistema bárbaro), o en pie (sistema racionan, incisiones oblicuas, por las que corre la leche, la que se recoge en recipientes colocados al terminal de las heridas. El sistema que lla– mamos bárbaro o de tala, fue el seguido por los gomeros hasta que el gobierno tomó cartas en el asunto, proscribiéndo1o. Se buscaban los árboles más corpulentos a fin de obtener mayor beneficio; y, una vez tumbados, se les practicaban las incisiones. Este procedi– miento irracional trajo como consecuencia la ruina de la riqueza forestal balataera del país, la que no pudieron evitar, por demasia– do tardías, las posteriores leyes gubernamentales, proteccionistas de la rica sapotácea. Al ser prohibido el sistema de tala, se ensayó el sistema de espuelas. Dotado el operario de fuertes espuelas de hie– rro fijas, y asegurado al árbol por una especie de cinturón, va as– cendiendo y practicando alrededor del tronco las incisiones en for– ma de espiral, colocando de trecho en trecho los recipientes para recoger la leche. Recogida la leche, se hierve en pailones de hierro, resultando de la cocción y evaporación una masa negruzca, que luego se vacía en moldes para su solidificación. Los moldes usados por los gomeros venezolanos eran de un quintal de capacidad, peso que se observa– ba invariablemente, excepto al fin de la cosecha cuando la goma escaseaba; pues entonces la fondada se acomodaba a la tarea de la goma recogida en el día, recibiendo aquellos bloques irregulares el nombre de recortes. La oscilación del precio del balatá ha sido desconcertante, como ningún otro artículo, bajando repentinamente de los 300 bolívares quintal, a menos de los 50. Lo que a continuación decimos nos dará luz sobre las causas históricas que motivaron la canción que comentamos, eco no muy lejano del clamor de una raza que detesta a sus opresores.

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