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LOS INDIOS GUARAUNOS Y SU CANCIONERO Kobaniatwna narukore, burata-simo ma moae, moae. Narukore, narukore Kobaniatuma, burata-sinw ma moae, moae. I duburuju, Iduburuju naruae nine, naruae nine. Naukorerane, naukorerane, guanariá-ine, guanariá-ine. Guanarikore, naba sibari ma sibariae, ma sibariae. Sibarikore, nebutumaré ma sakabuae, ma sakabuae. Al marcharse la Compañía, oro me dio, me dio. Al marchar, al marchar la Compañía, oro me dio, me dio. A Iduburojo, a Iduburojo me fui yo, me fui yo. Cuando iba, cuando iba, me trabuqué, me fui a pique. Al irme a pique, la marejada me arrojó a la playa, me arrojó. Al arrojarme a la playa, los obreros me patearon, me patearon. 547 La enumeración que hemos puesto a los tres miembros de esta composición significan los diversos temas literarios aplicados al mismo cántico en los distintos lugares, y aun en la misma ranche– ría, según el capricho de los cantores. Los números l.º y 2.º cantan el señuelo de la Compañía, el dinero amarillo, el oro, paga de los obreros, a cuyo relumbrón acudían no solamente criollos, sino mu– chos indios de las rancherías próximas. En el número 3.º se descri– be el desencanto de uno de estos indios que, fascinado por el brillo del metal amarillo, navega hacia Iduburojo, donde la Compañía es– taba trabajando; la marejada de la barra le hace naufragar, y em– pujado por aquélla, es arrastrado a la playa, donde, en lugar del oro que pensaba encontrar, tropieza con los insultos y burlas de los trabajadores. Sakabuae, literalmente significa me patearon, pero también sig– nifica me ultrajaron, de obra o de palabra.

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