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LOS INDIOS GUARAUNOS Y SU CANCIONERO Giiirinoko ejoboyakore, ma bota/Jara karinae. Karinae, lcarinaera nera; ma botabara karinaerá. Barolwida ekuyara nerá Giiirinoko ejoboya-kore. tuaraitanera ajakaidará ma botabara barinaerá. Tanana nana, tana naná, arnera nera, tanerané; tanera nera, tanera né, ta nana nana, ta nmzawi. Al Orinoco al salir, mi botabarn se quebró. Se quebró, se quebró mucho; mi botabara se quebró. En el barco grande embarcados, al salir al Orinoco, al empuje violento de un fuerte brisote, mi botabara se volteó. Tralara lara, tralara la, tralaralara, tralaralá; tralaralara, tralaralá; tralaralara, tralaralá. 501 Con el nombre de Güirinoco designan los guaraúnos en su len– guaje aborigen al séptimo entre los ríos más caudalosos del mundo: el Orinoco; es término compuesto de giiirí, remar, y noko, lugar. Significa, por consiguiente, lugar en donde se rema. Ahora bien. El nombre de Orinoco, con que es conocido el padre de los ríos venezolanos, no parece ser más que la hispanización del Güirinoko guaraúno, que los descubridores y exploradores sorpren– dieron en labios de los aborígenes que habitaban sus bocas, descu– biertas por Colón y exploradas por Ojeda (1499), Ordax (1531), Díaz de la Fuente y Alférez Bobadilla (1754) y Humboldt (1800). El nom– bre de lbirinoko que, según dicen, le daban y dan todavía algunas tribus caribes, era y es, en mi concepto. el mismo Güirinoko de los guaraos importado y asimilado por aquéllos: Algunas tribus lo denominan Uriaparia, nombre que también conceptúo guaraúno cien por cien, compuesto de los términos uría, poco a poco, y baría, que otros pronuncian paría, dar la vuelta. Signi– ficaría, según esta etimología, río de vueltas lentas o tranquilas, sen– tido éste que concuerda, si no con el alto y medio Orinoco, sí con el propio Orinoco guaraúno, o sea, el tramo ínfimo, que forma el Delta, en donde, por la ausencia absoluta de desniveles, el río corre siem– pre tranquilo, solemne y silencioso. Creo más seguro que el célebre cacique Uriaparia tomara su nombre del río, que no que el río lo tomara de él. Otras tribus lo denominaban Baragua, término exótico al lengua– je guaraúno, pero que los guaraos importaron y usaron con el signi– ficado de mucha agua. En el lenguaje piachero se emplea corriente– mente, aun hoy día, en la acepción de río en la plenitud de su nivel o río en plena marea.

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