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LOS INDIOS GUARAUNOS Y SU CANCIONERO 27 cañamazo del pentagrama el conjunto movedizo y laberíntico -ver– dadero guirigay- de los coros guaraos de los festivales? Nos queda el sencillo e inapreciable recurso de las grabaciones gramofónicas y similares, tan en boga el día de hoy. Una colección densa y variada de esas grabaciones, sea en disco, sea en cinta mag– netofónica, nos dará el medio más completo y fácil para hacer el estudio perfecto de la música guaraúna. A Dios gracias, dicha colec– ción se viene haciendo. * * * Por lo que a mi trabajo se refiere, quiero manifestar dos cosas. En cuanto a la música, que he puesto toda el alma en juego para lograr la exactitud posible al hacer la transcripción de los cánticos, pero limitándome a recoger la melodía al unísono. Antes de proceder a la transcripción, procuraba aprender el cán– tico de memoria, rumiándolo y meditándolo con calma, estudiando sus modalidades de compás, ritmo, etc. Y solamente cuando estaba seguro de que la transcripción sería exacta, procedía a escribirlo. En caso de duda transcribía en cuaderno aparte, para meditarlo mejor, consultarlo, cotejarlo o volver a oírlo con más calma en otra ocasión. A esto se debe precisamente el que se me hayan quedado sin transcribir en mis excursiones apostólicas un buen porcentaje de canciones oídas, y también el hecho de que en el Cancionero apa– rezcan varios cantares sin su correspondiente música. En cuanto a la letra, que ésta era lo primero que procuraba transcribir, sobre todo en las excursiones rápidas, para asegurar algo en caso de no poder asegurarlo todo. Primeramente recogía las letras del canto, una a una, conforme me las iban dictando, sin preocuparme para nada de la música. Y después de haber transcrito la música, ordenaba y distribuía las letras de acuerdo con la disposición definitiva del canto escrito, sin hacer cuenta del orden en que me las habían dictado antes de cantármelas. Las anotaciones son ocurrencia de última hora. En el plan pri– mero no entraba sino publicar la música con su letra indígena y su traducción escueta. Mas a medida que la colección adelantaba y se profundizaba en el sentido del texto guaraúno al hacer la traduc– ción, se iba haciendo más patente la conveniencia de esclarecer, por medio de notas explicativas, el sentido y alcance de ciertos vo– cablos, la contextura y originalidad de ciertos modismos y expresio– nes gramaticales y literarias, la naturaleza de ciertos temas o asun-

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