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20 P. BASILIO M. DE BARRAL siempre a la puerta del santuario guarao o casa del J ebu dos tigres custodiándolo. Además, el tigre es entre los guaraos la personificación de la gue– rra, y bajo este concepto sí creo le podría cuadrar el nombre de to– tem de los guerreros. En efecto, con una misma palabra, dariha, se designan en guarao el tigre y la guerra: Dariha, tigre; dariha, guerra. Darihamo, los gue– rreros, los soldados; darihamo, .Jos tigres. De suerte que un tigre pintado en un estandarte traería a la men– te de los guaraúnos la idea de la guerra. Así como, por el contrario, la vista de los darihamo, guerreros, les evocaría la idea del tigre. Shamanismo o sacerdocio impropiamente tal: Creencia en espí– ritus susceptibles de conjuros, pero no siempre supeditados a ellos. El sacerdocio propiamente tal. El culto a un Ser Supremo o Jebu Arotu (Señor de los espíritus). II I LA MÚSICA RELIGIOSA DE LOS GUARAOS Ha sido precisa una explicación tan prolija porque, sin una noción previa y suficientemente clara de las ideas y preocupaciones religiosas de estos indios, su folklore sacro-musical resultaría indi– gesto, como nuez que tragáramos entera. Son tan necesarias estas nociones para poder apreciar el interés de las danzas y cantos teúrgicos, como en las tinieblas de la noche es necesaria la luz artificial para apreciar el color y la belleza de los objetos, que, a tientas, sólo distinguimos por el bulto. Si los temas del cancionero profano no son tan clarividentes como para que muchas veces no exijan a su pie la linterna de la interpretación y el comentario para poder ser comprendidos, ¿qué de extrañar resulten ininteligibles los temas de los cantos teúrgicos o mágicos, motivados en las nebulosidades de una mitología origi– nalísima y en las creencias ancestrales de una raza que lleva la su– perstición en la masa de su sangre? Por eso precisamente en el cancionero sacro-guaraúno, más que la música en sí misma, interesa el estudio de los temas y motivos: conocer las creencias y preocupaciones étnicas de las que arranca el asunto de las diversas secciones.