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8 P. BASILIO M. DE BARRAL parcialidad de los najoromos, pero fornidos y de anchas espaldas. Su dialecto arcaico y su pronunciación imprecisa y oscura, junta– mente con su aislamiento natural, comunica a dichas fratrías un ambiente de misterio, que los hace temibles a los restantes guaraü– nos. Entre ellos _nerdura el trasiego macabro de los restos de sus finados, que transportan consigo a dondequiera que van. Los lle– van en los uju-muta, especie de mapires o cuévanos de malla muy apretada, cuya boca tapan con hoja de casupo o temiche. Desde que las autoridades civiles de las Comisarías del Macareo tomaron car– tas en el asunto, los mariuseros sn han hecho más reservados, pro– curando ocultar cuanto pueden el cargamento macabro, pero éste subsiste todavía. Son los ind;os mariuseros trashumantes o nómadas, más que los otros guamos. Tienen sus rancherías solariegas en Mariüsa, en don– de siempre residen algunos; pero la masa general, sólo por tempo– radas. Como viven dd morichaL se pasan su vida discurriendo de un lugar a otro en el interior de las selYas, corriéndose casi ficmpn: para los rnorichaks del 1\facarco, donJ:2 a::¡u;Sllos abundan, A ,;;eces hacen SES remontadas a los pueblos civi::z:1dos para pro;;ecrse de telas, anzuelos, machetes. etc., llevando n.ara sus compraventas .!_)Ú– jaros, rronos. cera, chinchorro,,, etc. Hac:ta los comienzos de la Ül· tima guerra. hacían amd:r.cnte su travc;ía del golfo de Paria 1nm la isla de Trinidad. Entre los rr:arius:ros suele abundar mucho la bEba. c:01narca de Arcguco >' s·ccup~u:n. En c::t~t zcna exi:~t~ :,v~a t~n ~)r· 1 n porcentijc de indios del todo civili::,:do;, ex alumnos t0Jr1s l~nu,, de los InternadC':, l\1isionak:; de P. .r2.gl ,·1i:1rnjo o Arnacmo. E;tus indio,; cL,l Naba::anuka, Kobcina. lnjo S:·c1i:.7c:na. et~'., ~:' 1,:1rc 1 >.:n r11l'r'1'') C1 lo'.' .-lp ]\/í,,,,,,,.,() fr•,n, rl1Pr¡'·1· l'1" \/1·•"':t·1 I arna V J11'.1n,,i:l,1) .. ~~ ......... ~-'- L...... ,,) l~,_, ~, .... ,.,._s....t-,,._ _, , .. c.~,.....,;...,_ c.,) ....,. ; ~--- . .,,;., ~,- • .._,... ~ ~ ~~·,, d-2 c111c ~:tr{1~; habl¿::ncr:;. Son de carictcr n~tL; ;:J1icrto Jcc lo.; rc~;t·1n– ts:; indic; c 1 cl Delta. :r,os.'cn gran riq~·c::i d~ rnúsica no·rnlar ;,', entre l~:s fcr~11;:~s Jialcct:11·.::•l guaraú~~~s, cr:ticn:lo -:1ue el l2ngua~c de c!:t:1 zcna dc})c Sff\'Ír de directriz pé-:r:i escribir 1a grn:rática gua– raúna. Nc:l1L1::ai1uka e:; la ranchería n~{t~; clist:nguid~1; y, dc'.:~:.i.~s de ella, Eurojoida, ~:olar y trcnco d-c otr:1s n:uch,~s fratrías, y de dond,.c la trz:dic:én c11enta que Sé:licron !o'.i pri:r:c¡-o:; guc:raos que ,>2 exten– dieron por el Delta. CoTarca Guayo-Aferc>jina. Los Ataisiguari-araos, que componen las fratrías de Osibukajunoko, Kuamujo, Murako y Jobure. consti– tuyen un tipo especial entre el conglomerado guaraúno. Son altos, fornidos, de aspecto receloso y sombrío, y un tanto fieros. En su historial cuentan con la hecatombe del J o-simoida (región del Ya– guarimabo), en que dieron muerte a toda una expedición de siete