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LOS INDIOS GUARAUNOS Y SU CANCIONERO 275 superficie de aquellas esferillas o frutos, antes tan dura, ha adqui– rido la blandura de la pera del todo madura. Entonces las lamini– llas de la corteza, agrietadas y separadas por la madurez de la pulpa, se desprenden con la simple fricción suave de la yema del dedo. Hay palmas machos y palmas hembras. Las primeras no fructifican, aunque sí florecen. Ambos sexos pueden destilar el no– bojo y ambos pueden contener fécula, pero no mientras tengan fruto. Aru (contracción de a-rau, de palo), pan. Originariamente significa pan de palo, o sea, de tronco o raíz de árbol o de arbusto. Tales son el pan de yuca o casabe, y el de moriche o yuruma. Después gene– ralizaron el nombre de aru para designar toda clase de pan, sea de tronco, de raíz o de semilla, añadiéndole alguna cualidad o cir– cunstancia para distinguir una clase de la otra. El pan de trigo, por ejemplo, lo denominan aru-kobo, pan redondo, por la forma redonda o llena que tiene ordinariamente; a las galletas les dicen aru basabasa, pan aplastado; y así por el estilo. Pero el aru propiamente tal, el pan guarao, es la torta fabricada con la fécula extraída del tronco de la palma moriche. Los indios la denominan oji aru y los criollos, yururna. El procedimiento de la extracción de la fécula se describe en otra parte de este trabajo. El asado de la yuruma se hace en paila y por idéntico procedimiento al asado del casabe. Con unas gotas de agua en el fondo, se pone la paila a calentar, y cuando ya se ha calentado lo suficiente, se extiende dentro una capa de harina, procurando comprimirla por la cara superior para que toda la masa se consolide. Después se le da la vuelta para que se ase por el otro lado. Nobojo. Es la savia que destilan, al ser cortadas, ciertas palmas de moriche, a la que el vulgo da el nombre, nada propio, de vino de moriche. He subrayado ciertas para indicar que no todas las palmas contienen esa abundancia de savia, sino tan sólo las más viejas, que apenas tienen ya hojas. A esta circunstancia hace rela– ción el denominativo guaraúno nobojo, nabo a jo, savia del viejo o savia de la palma vieja. El procedimiento para obtener esta savia es tumbar la palmera y hacerle varias incisiones en el tronco. La savia no tarda en afluir a esas incisiones; mas si aquélla no es recogida a tiempo, vuelve a ser reasumida por el tronco. El sabor de esta savia es algo seme– jante a la del agua de coco, un poco más insípida, pero más azuca– rada. Algunos indios antes de tumbar la palma, le ponen fuego al pie, lo que hace que la savia corra en más abundancia, pero no tan clarificada y pura, sino de un aspecto ajarabado y viscoso.

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