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LOS INDIOS GUARAUNOS Y SU CANCIONERO 267 NÚMERO 112.---MOAINA (Gusanal). ~ 1 Mo ai na na - rn - ki - ra, Mo - ai - na na - ru - ki - ra - 1 ,j 1 J J I J ;' oo 11 i r D D o } 11 i JJ ~ o 1 1 J ne Ne- bu ka - ba ka - ha e - ya-1110 na - ru - ki - ra, na - ru - kí. IJ 11 Jo - Moaina 11ar11kira, Moaina narukí; nebu lwbalw eiamo narukira, narukí. J otaicla araia naruya yamarane. lid - ru ya ya-ma- ra - Marchemos para Moaina, vámonos para Moaina; en pos del mocito vayamos, vayamos. Sobre la montaña grande va caminando ahora. ne Mo. Es lo que vulgarmente denominamos gusano de moriche, larva gruesa y mantecosa que los indios devoran con fruición, y que en tiempo de la Colonia beneficiaban los españoles. Esa larva pro– cede de los huevos que cierto coleóptero o congorocho, llamado por los guaraos jibimo, deposita en el tuétano de las palmas de mori– che caídas y en vía de putrefacción. A los dos o tres meses de la puesta, están ya desarrolladas las larvas, tan apetitosas al paladar de los indios, como repugnantes para el que no está acostumbrado. Los guaraúnos las comen de todas formas: crudas, asadas, ensar– tándolas para ello en venas de manaca o temiche, y cocidas. Pero las hallan más gustosas en crudo y con todas sus energías vitales. Una totuma en la mano izquierda, en donde bulle la gusanera; con los tres dedos de la derecha, pmgar, índice y cordial, cogen de la totuma el gusano por la diminuta cabecita, y en esta forma, colean– do el animalito para un lado y para otro, se lo llevan a la boca, como si llevaran una guinda. Y así como en el caso de la guinda se arroja el pezón después de comida aquélla, en el caso del gusano se desecha la cabecita que, a veces, también aprovechan para hacer sus colla– res. De estas larvas obtienen el aceite que emplean ordinariamente las indias para su tocado, y, en general, para confeccionar sus tin– tes y pinturas.

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