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CAPÍTULO XIII LA MAGIA GARAUNA EN ACCION El Joarotu actuando El estudio sobre el joarotu y las joas, tal como yo he podido entenderlos, queda hecho en capítulos anteriores y lo mismo el de las bajanas y el bajanarotu. Como allí se dijo, el joarotu es un hechicero o mago, pero di– ferente de todos, formando un tipo original y exclusivo: el mago guarao. En la mentalidad guaraúna el joarotu es siempre el hombre ma– léfico por antonomasia. Nada más temible para el indio: ni el jaguar, ni el mismo jebu. En la jerga piachera se le nombra Daotuma -denominación cargada de contenido supersticioso-, que significa «el potentado)), «el rico)). También le dicen Joa a-Rima, el padre de las joas. El vulgo le llama Joarotu (loa arotu, árbitro de las joas). La joa es el objeto material del maleficio o mal de ojo. Es de– cir, es el medio de que el mago se vale para sus maleficios, si la joa es ofensiva; o sobre el que actúa para extirparla del paciente, cuan– do el piache ejerce facultad médica. Estas joas ya dijimos que eran quimeras, seres imaginarios, que los indios creen subsistentes, y que están sujetos al control, más o menos efectivo, del joarotu o brujo. En cuanto a su realidad, las joas vienen a ser como la quinta esencia del elemento malo o venenoso, que, en el concepto gua– raúno, contienen todos los seres visibles. Precisamente por eso, por– que todos los seres visibles contienen ese elemento maléfico, todos ellos pueden ser sujetos de la joa. Vemos, en efecto, que no sólo se describen como joas los seres de suyo venenosos, tales como

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