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CAPÍTULO XII CARACTER OFENSIVO DEL GüISIRATU En sus relaciones con los indios enfermos, tanto el teurgo como los magos tienen, como las medallas, dos caras: anverso y reverso. El anverso o cara principal es el carácter esencial de cada uno de ellos; el reverso, su carácter accesorio. Al aplicar a los caracteres peculiares de los piaches la compara– ción del anverso v el reverso de las medallas, cabe hacer una dis– tinción, pequeña ~n apariencia, pero interesante en realidad. Tratándose del teurgo o güisiratu, su anverso o carácter esencial es el de benefactor o protector de los indios; el carácter ofensivo, accesorio en él, sería el reverso. En cambio, tratándose de los brujos, joarotu y bajanarotu, su anverso o carácter esencial es el ofensivo, el de malefactor; y el accidental, o sea, el reverso, sería su función curativa. En el concepto de los indios, la joa no entra en un indio si no es lanzada por un joarotu; igual la bajana. No existirían, según esto, enfermos de joa o bajana, si no existieran joarotus ni bajanarotus. En cambio, los jebus, espíritus, entran en sus víctimas indepen– dientemente del güisiratu. Por eso dicen: Tai jebu oanae, lo cogió el jebu. Mientras que de la joa dicen de ordinario: Joa jatae, lo fle– chó, le disparó la flecha del mal de ojo. No entró por su cuenta el mal de ojo en el enfermo, sino que fue disparado por un brujo. Es corriente entre los guaraos decir que, envueltos en el viento, máxime en las grandes ventoleras, vienen los jebus invasores. De ahí el que rehuyan, en la orientación de sus rancherías, la direc– ción de los vientos directos, procurando siempre buscar algún re– codo resguardado; ocupando aquella banda del río en que los vien– tos les dan de espaldas, las que jamás dejan descubiertas, sino bien protegidas por la fronda de la selva cerrada.

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