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198 P. BASILIO M. DE BARRAL Pasando, de camino para Navasanuka, por junto a un conuco de caña ya en sazón y que iban a cortar, me encontré con los indios varones de la ranchería en traje de fiesta, acompañados de su güi– siratu. Les pregunté qué hacían, y me dijeron sin la menor reserva: ((Mañana empezaremos a cortar la caña del conuco, por eso cele– bramos hoy la fiesta del Jebu.» Volví a preguntarles en qué consistía la fiesta del Jebu, contestándome uno de ellos en nombre de todos: Aguajabara sikaro bajakitía. Bajakore, ama seke guarabo sanuba du– rukitía Jcbu jobi-miaroy: Primeramente chuparemos caña en obse– quio del Jebu, después haremos un poco de guarapo para que el Jebu beba». -¿ Y la borrachera ?-insistí yo. ---A boyaba ote, Jebu a janoko eku: la borrachera la celebrare- mos allá, en la casa del Jebu, contestó el indio. Yo seguí en mi curiara para Nabasanuka y ellos quedaron en el conuco, celebrando su fiesta primicial o de los frutos nuevos en obsequio del Arotu, Señor, que es también el Soberano de las co– sechas. En estas fiestas de las primicias hay cantos de Jebu por parte del piache teurgo y ofrendas al mismo de toda la cosecha del conuco, representada en una porción del fruto, que le presentan, bien en unos trozos de caña pelada, bien en unas totumas de guara– po, extraído de la caña molida. La boyaba o borrachera es más o menos como la bacanal que más atrás nos ha descrito la pluma de la india guamo-guaica del Amacuro, Tomasa Rivas. Los kasiris de funeral Con toda intención he procurado abstenerme de hacer por mí mismo las descripciones sobre asuntos íntimos de los indios siempre que he podido hallar una pluma indígena capaz de hacerlas por su cuenta. Para la descripción de esta bacanal funeraria cedo la vez a otra indiecita, Anita Velarde, joven ex alumna, como Tomasa Rivas, de nuestro internado misional de San José del Amacuro. Venía esta muchacha describiendo los funerales indios, y ter– minaba así: ((Si el indio muerto es el dueño de la casa y deja un conuco sem– brado de yuca, ninguno, ni de su familia ni de afuera, se atreve a tocar la yuca mientras los jebus no les hayan dado permiso para poder usar de ella. Cuando la yuca está ya crecida, tienen que hacer primero ((kasiri» para el alma del amo que se murió. También tienen que hacer un ranchito nuevo y apartado para que en él celebren su kasiri las almas de los muertos ... »

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