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LOS INDIOS GUARAUNOS Y SU CANCIONERO 185 ((Los indios que quedaron en la ranchería tienen ya calculada también la fecha en que aquéllos se han de reembarcar. Por eso aquel día el güisiratu toca la maraka sagrada y canta al Jebu para que los expedicionarios pasen con felicidad el Golfo, y quedan es– perándoles. Al acercarse a la ranchería los expedicionarios, empie– zan a cantar y a dar gritos, anunciando a sus hermanos que ya están de regreso. • ((Entonces sale al joisi o embarcadero principal de la ranchería el jefe-piache o güisiratu mayor, y les pregunta desde lejos si traen jebu, espíritu de enfermedad. Los viajeros no atracan de inmedia– to. Se acercan un poco a la ranchería y vuelven a retirarse a la orilla opuesta del río. Por medio de unas señas que hacen con las manos, desde la ranchería les preguntan de nuevo si traen jebu... Vuelven los expedicionarios a acercarse, retirándose otra vez, y cruzándose entre los indios del caserío y los viajeros las mismas señas que antes. Por tercera vez se acercan y se retiran de nuevo. Pero esta tercera vez ya les dan permiso para desembarcar y entrar en la ranchería)), Intervenciones del güisiratu, semejantes a las aquí descritas, tienen lugar también cuando los indios salen en masa de la ran– chería, bien sea en épocas especiales de pesca, en tiempos de la ((cangrejada)), en la época de la recolección de la cosecha del curu– juru o piiiuela (korobisoro) en las islas de las barras, en la época de las iguanas o de los huevos de tortuga. Y, sobre todo, en la época aguda del verano, al abandonar las rancherías huyendo del agua salobre del río, e internarse por los morichales para no regresar hasta comienzos del invierno, fines de abril o mayo. El teurgo médico En la mentalidad guaraúna, idéntica en este particular y en otros a la de las demás razas aborígenes americanas, la enfermedad no es más que una posesión espíritística. Un enfermo es un poseso. La enfermedad, según ellos, es el malestar resultante de la intromi– sión en el organismo de un ser maléfico, de un orden mágico o teúr– gico. Este ser maléfico puede ser un espíritu malo, llamado por ellos jebu, una imagen quimérica o joa, tal como se ha descrito, o bien una bajana, objeto material y visible, que los indios creen que se les ha introducido en el organismo por arte de brujería. En consecuencia: siendo ése el pensamiento guaraúno sobre la naturaleza y causa de las enfermeda-des, su terapéutica racial tiene que hacer caso omiso, en la curación de los enfermos, de toda especie de tratamientos que no se resuelvan por vía teúrgica o mágica, de acuerdo con el dictamen de sus doctores étnicos.

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