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CAPÍTULO VII ACTUACION DEL TEURGO El ((Giiisiratull, ministro del culto La actuación del teurgo tiene lugar en todo cuanto se relacione con el ministerio del culto público guaraúno, o se refiera directa– mente con los jebus o espíritus. Lo primero, por razón de ser el sacerdote consagrado de los guaraos. Y en lo referente a los jebus, por ser el único personaje que, por su participación en el Joebo o mundo espiritual, se alza en un plano horizontal con los espíritus subalternos, y como igua– les, los puede tutear e incluso dominar y vencer. En su carácter de ministro del culto guaraúno, hemos dicho ya bastante de la intervención del güisiratu en las fiestas teúrgicas de las ofrendas o fiestas de Yajuna o del Naja-Namu. Vimos cómo no se mueve un dedo sin la presencia del teurgo. En las oraciones corales cantadas, el güisiratu preside con la ma– raka. La danza del Jatabu, esencialmente teúrgica, sin el güisiratu, que es su alma, no es posible. El desarrollo de las danzas de las maraquitas sagradas o del Jabí Sanuka, reclama la presencia del güisiratu en los actos preliminares: lavado de las maraquitas, pin– tado de las mismas, repartirlas entre los concurrentes y sacarlas de la casa santa o santuario guarao. La bendición de la fécula de moriche o harina depositada en el najanamu, en medio del santuario; la rotura o apertura de este depósito el día de la reanudación de las fiestas en el siguiente ple– nilunio; la repartición de las tortas de yuruma bendita, cocida con fuego nuevo y en fogón virgen, donde no se ha cocinado nunca, et– cétera, son todas ellas funciones litúrgicas y ministeriales del teurgo, por su carácter, como sacerdote, de intermediario entre el pueblo

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