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LOS INDIOS GUARAUNOS Y SU CANCIONERO 175 La «mari-mataro)) El teurgo suele tener más de una maraka, ordinariamente dos, de las cuales una se reserva para las grandes solemnidades y la otra para el uso de cada día, aunque las dos están consagradas. La maraka solemne se llama mari-mataro, que significa maraka rizada, por la especialidad que tiene de estar muy adornada con plumas multicolores e hilos vistosos. Las plumas con que el teurgo adorna su maraka o ¡nari-mataro, tienen que ser, para que la maraka tenga virtud teúrgica, arrancadas de ave viva, ordinariamente loros. Domu guabaja a güz'ji asida tane, a nojiba yana, las plumas de las aves muertas no sirven, por carecer de virtud teúrgica. A este fin p:rncu– ran tener siempre loros vivos en casa, a los que van arrancando las plumas más hermosas. Si no los tienen y necesitan las plumas, van a cazarlos vivos con reclamo, por el procedimiento del «namu)) o escondite 2 • Consagración de la maraka Cuando la totuma está del todo seca, el güisiratu lía cigarros grandes en hojas de mango o en güina de manaca, y comienza a fumigar la maraka nueva. El güisiratu se coloca delante de la mara– ka, cantando al J ebu y fumando. Al propio tiempo va llenando la maraka por dentro del humo del tabaco fumado, y escupiendo den– tro de la maraka con la saliva de su boca. Eso significa la consagra– ción de la maraka. Desde entonces ya no puede cualquiera tocar la maraka. A las mujeres que no son piaches, tampoco les es permitido acercarse a la maraka consagrada. Los indiecitos no pueden jugar ni hablar duro cerca del lugar donde está la maraka. Cuando los indios hablan alto, se pone bravo el marakero y les dice: lnare takotu, cállense ustedes ... Dicen los indios que cuando el güisiratu se pone bravo, también se ponen bravos la maraka y los karekos. Los «karekos)) Son unas piedrecitas blancas y limpiecitas, que el güisfratu mete dentro de la maraka. Antes de introducirlas en la maraka, las con– sagra también, sahumándolas con humo de tabaco fumado, cantan– do al Jebu y escupiendo en ellas con saliva de fumar, igualito que 2 El namu consiste en una especie de jaulón o caseta en miniatura, armada con ramas sobre la copa de las palmas de manaca, dentro de la cual se esconde el indio para cazar los loros vivos. Escondido el cazador y llevando consigo el loro reclamo que procura asegurar por medio de una cuerda, lo coloca encima del escondite. El loro comienza a cantar y a su reclamo no tardan en juntársele otros muchos, que el indio escondido va cogiendo con sólo alargar la mano.

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