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170 P. BASILIO M. DE BARRAL He indagado entre indios de las más diversas regiones y todos han coincidido en estos pormenores de la descripción, aunque en otros aspectos hayan discrepado. Los Masisikiris son los duendes de las mujeres, así como los Namoníe~ lo son de los niños y los Kanaimas de los hombres. A ellas se les presentan para seducirlas, siempre en ausencia de sus maridos, cuando éstos salen a cazar o a pescar, etc. Les preguntan por él; les piden algo de comer y siempre terminan por sugerirles el pecado. El Masisikiri creen, además, los indios, que es el mari– do de las indias durante la época en que éstas padecen el achaque propio de su sexo. He aquí transcrita la semblanza que de este Jebu duende me hicieron las indígenas anteriormente citadas: «Masisikiri es otro de los jebus principales, que suele aparecer– se ya en forma de hombre, ya en figura de mujer; pero tiene los pies torcidos y los dedos cortos. El pie torcido lo esconde detrás del otro para no ser conocido. No mira de frente a las personas, sino siempre se pone de medio lado... Cuando el indio se va a pescar y su mujer se queda sola en el rancho, se le aparece el Ma– sisikiri en la forma de su marido para engañarla mejor. Masisikiri comienza a hablar con la india. Le pide comida y le habla de amo– res. Entonces la india, que no es tonta, conoce quién es el que tiene delante, y le da de palos. Pero el palo no puede alcanzar al Masisikiri, porque éste se convierte como en aire; y a la india le da un ataque y se muere allí mismo. Algunas veces se aparece un hombre de color rojo «achote)), hombre de guayuco. El Masisi– kiri mujer se presenta como una mujer: los dedos de los pies cor– titos, camisón rojo, la cara roja, pintada de achote... Los Masi– sikiri llevan a la cintura un silbato que tocan a las altas horas de la noche, así: << ¡ Jóo ! , ¡ jóo ! , ¡ jóo ! ¡ Chi-kiríii ! >> Cuando se oye, es el silbido del Masisikiri, que anda por debajo de la tierra bus– cando los huesos de los muertos para hacer sus cornetas.n (Toma– sa Rivas). 2.º El Tobesía Llaman así al buho o lechuza, al que consideran, igual que al fin-fín, como pájaro brujo. Como duende, la particularidad que atribuyen los guaraúnos al tobesía es que, si cuando está cantando, algún indio lo remeda, toma inmediatamente la forma de persona humana y se viene hacia él para matarlo. Otros, en cambio, creen que si cuando canta el To– besía alguien se propasa a remedarlo en plan de burla, éste queda, al poco tiempo, convertido en tigre. Probablemente a este mito obe– dezca el nombre de tobesía, que significa con el tigre.

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