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PRESENTACIÓN XVII mayor contingente v1vian internados en las islas del delta orino– queño. Por lo que a éstos respecta, afirmaba el obispo de Pu,~rto Rico, al hacer la visita en 1759, que tales islas «no es terreno para fundar pueblos, y los indios son difíciles de sacar y persuadirl~s a que permanezcan en otros terrenos, que, aún traídos algunos y puestos en casas en pueblos ya fundados, permanecen poco, vol– viéndose a sus islasn 8 • Eso mismo consignaba ya el P. Gumilla en 1741 de estos guaraúnos: <<Ni son, ni pueden ser doctrinados estos indios (que se computan por cinco o seis mil cabezas), porque ni ellos quieren apartarse de sus islas, ni sus islas son habitables para europeo alguno)) 9 • Y de este mismo sentir era el Gobernador de Cumaná, don José Diguja y Villagómez, quien, después de afirmar en 1761 que los guaraúnos eran de genio muy cuitado y humilde y muy tratables, añadía: «Las rancherías de estos indios están en las bocas del Orinoco, en unos grandes anegadizales y por tanto difícil de que entren allí los misioneros a establecer pueblos, pero debe prometerse que, si dichos Padres ponen cuidado en conquis– tarlos y en tierra firme son bien tratados, podrá conseguirse el que se vayan poblando en la tierra firme, en donde serán catequizado:; y educados en la religión, que ni uno ni otro admiten en el día por lo muy fatigados que ven a los poblados.)) Termina diciendo que el único camino para lograr que se poblasen, era sustraerlos del terreno que ocupan 10 • Fue seguramente ese medio el que empleó el P. Simón de To– rrelosnegros para su reducción mientras fue Prefecto de la misión los años 1780-1783, y el que siguieron sus sucesores. Lo cierto es que, en noviembre de 1788, eran ya cuatro las poblaciones fundadas con indios guaraúnos: San Serafín de Tabasca, Nuestra Señora de la Guía de Uracoa, Divino Pastor de Guarapiche y Santa Rosa de Yecori 11 • Y en 1795 el Gobernador de Cumaná señala así el total de los pueblos existentes de indios guaraúnos: Maturín, con ran– cherías en Guanipa, también de guaraúnos; Uracoa, Guaritica, Buen Pastor, Tabasca, con rancherías en Moricha! Largo, también de guaraúnos, y Barrancas 12 • Los misioneros querían a toda prisa coronar la obra de la total reducción de los guaraúnos. Para ello pedían más religiosos al Con– sejo de Indias, en 1795, a fin de dar principio a seis nuevos pue- 8 Informe del obispo de Puerto Rico, Martínez de Oneca, al terminar su visita (10 mayo 1759) (AGI, Santo Domingo, 2527), 9 JosÉ GUMILLA, S. J.: El Orinoco ilustrado y defendido, Ed. "España Misione– ra", Madrid (s. a.), Primera parte, cap. IX, 131. 10 RIONEGRO, O. e,, 117. 1 1 Informe del P. José de Sipán (12 noviembre 1788) (AGI, Indiferente Gene– ral, 2981). 1 2 Informe del Gobernador de Cumaná, don Vicente de Emparan, al Consejo de Indias (Cumaná, 16 mayo 1795) (AGI, Caracas, 131). 2

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