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CAPÍTULO III LOS JEBUS DUENDES Además de estos jebus, existe en las creencias guaraúnas otro tipo de seres fantásticos, que los indios denominan también jebu, pero en los cuales apenas se descubre vinculación con las ideas re– ligiosas del Joebo del Dijaguara, y que tal vez debieran ser clasifi– cados, no como jebus, sino como joas o quimeras en el jO'ebo del joarotu. Estos seres fantásticos vienen a ser del tipo de nuestros duendes. espantos, fantasmas, trasgos, etc., etc., que tan malos ratos hacen pasar a los niños, y cuyos nombres crispan los nervios de nuestros aldeanos. He aquí los más nombrados: Kanaima, Mu-sima, Karibe, Ba– naru, Baisano, Karosimo, Mu-nisa, Toana, Namoni, Borasire, Ma– sisikiri, Tobesía, Muida, Nabarao. Al pretender reducir a clasificación estos jebus duendes, verda– deros cocos de los guaraúnos, chicos y grandes, encuéntrase uno ante una babel de confusiones, por cuanto la idea que de ellos tie– nen los indígenas, bien sea en cuanto al nombre, bien en lo relativo a las cualidades que les atribuyen, difieren de unas regiones a otras. Con todo, después de haber analizado las características de cada uno de ellos a la luz de las informaciones facilitadas por los mis– mos indios, creo que podrían ser clasificados en los cuatro grupos siguientes, representados, el primero, por un hombre feroz; el se– guno, por un jaguar o tigre; el tercero, por un ave de mal agüero, y el cuarto, por un monstruo acuático. Primer grupo: Kanaima, Mu-sima, Karibe, Banaru, Baisano, Ka– rosimo, Mu-nisa, Toana.