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LOS INDIOS GUARAUNOS Y SU CANCIONERO 155 3.º EL «JOEBO)) DEMOGRÁFICO Los elementos demográficos que integran el Joebo, o sea, «el mundo viviente de los espíritus)), podemos distribuirlos en tres ca– tegorías: l." El f ebu Araobo o Espíritu Supremo con su familia; 2." los Jebus o espíritus subalternos; 3." los zamuros; 4.ª los güisiratus o teurgos con su atuendo sagrado. Sobre la mentalidad guaraúna respecto de los zapilotes se ha di– cho ya lo suficiente. En el capítulo primero de la primera parte de esta obra, tratan– do de la introducción a las fiestas del Naja-Namu, queda hecho también el estudio sobre el Grap Jebu. Allí se exponen minuciosa– mente los diversos nombres con que es conocido el Ser Supremo y se consigna la descripción que del mismo hace la imaginación de los guaraúnos. Se traen los nombres de su padre, de su madre, de sus mujeres e hijos. Se le estudia en sus relaciones con los indios. Vimos allí los enojos de Kuai-Mare; su recorrido anual por los caños del Orinoco, siendo causa de la multiplicación de las enfer– medades en aquella época, y dando esto motivo a la celebración de las fiestas propiciatorias en obsequio de Y ajuna, madre del Gran Jebu, a fin de moverla a interponer su protección en favor de los indios. Nos queda sólo por tratar de los febus subalternos y de los Je– bus que llamaremos duendes. De estos últimos, por creer que lo merece el asunto, haremos capítulo aparte, concret,índonos en el presente al estudio de los primeros. En capítulos sucesivos haremos el estudio del Joebo participado, o sea, del Giiisiratu y de los ob– jetos sagrados principales del culto guarao. 4.º Los «JEBUS SUBALTERNOS)) El término f ebu tiene varias acepciones: a) la sombra de un objeto proyectada, v. gr., Ma jebu sakanae (pisó mi sombra); b) imagen reflejada, v. gr., Ma mu a jebu (la niña de mis ojos); e) fotografía o representación gráfica; d) el alma humana, en cuya supervivencia creen; e) los espíritus o seres inmateriales dotados de razón, entre los cuales distinguen el Supremo y los subalternos. Entre los jebus subalternos los hay buenos y malos. Pero tén– gase en cuenta que la idea de maldad o de bondad, atribuida por los indios a la generalidad de los jebus, no es bondad o maldad intrín– seca a los jebus, sino relativa a los mismos indios.