BCCCAP00000000000000000000485

LOS INDIOS GUARAUNOS Y SU CANCIONERO 145 tación en él del Joebo, como veremos en el capítulo tercero. Su fun– ción como tal es intermediar entre los indios y el mundo espiritual, rezando ( eributane), salmodiando, presentando al Jebu las ofrendas de los indios encomendados a su tutela, etc. Su virtud teúrgica proviene de su incardinación al Joebo del Dija guara, Espíritu Creador, mediante la inhabitación en su alma del espíritu del Giiisiratu Arotu, Señor de los Pontífices, que tam– bién llaman Kuai-Mare, Ka-Nabo, Jito-Are, como decíamos en el capítulo primero de la primera parte de este libro al hablar del Güisiratu Arotu 1 • El poder teúrgico peculiar del giiisiratu es contra los espíritus malos, jebu, que persiguen a los indios, entrando en ellos y siendo los causantes de las diversas dolencias y enfermedades que la civi– lización y la ciencia atribuyen a alteraciones orgánicas. Y el funda– mento de esta virtud teúrgica radica en su privanza con el Dijagua– ra, quien, al asociarlo al Joebo o casta de las divinidades, le comu– nica un espíritu poderoso. En efecto. Los guaraúnos reconocen en el teurgo, además del jebu o mejokoji (alma o espíritu personal), que todos tenemos. otro espíritu superior, que les comunica su categoría teúrgica, ele– vándolos a la dignidad de ((familiares)) (aguarao) del Gran Jebu y de su Joebo de una manera análoga a lo que diríamos en término cristiano, ((divinizándolo)), en cierto modo. Entre los indios bakarao de las márgenes del Mariúsa, dicen que este segundo espíritu o joebo amo, que habita en el giiisiratu des– pués de su consagración como tal. es el Maguari 2 • Este espíritu del teurgo, que le comunica su categoría superior, intermedia entre el Ser Supremo y el pueblo indio, como es la de todo pontífice, puede ser perdido en vida por aquél de no atenerse a ciertas prescripciones, convencionalismos de tradición, a que los indios están aferrados. En estas prescripciones o convencionalismos tienen su fundamento las anomalías de la dieta guaraúna de los güisiratu o teurgos, quienes. como ya se dijo, no pueden comer de todo, ni guisado por cu,alquiera, ni condimentado con ciertos ingre– dientes, como puntualizaremos más adelante. Estas prescripciones son observadas con tanta más escrupulosidad cuanto que en ello no va únicamente la pérdida de la virtud teúrgica del güisiratu, sino también la pérdida de su propia vida física, puesto que al abando– nar el ((espíritu celeste)) al teurgo, éste no puede sobrevivir. 1 Véase pág. 33. 2 "Maguarí" dicen los caribes, de cuya lengua ha sido importado el térm;no.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz