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144 P. BASILIO M. DE BARRAL 2. CLASIFICACIÓN DE LOS PIACHES GUARAÚNOS Los piaches guaraúnos pueden ser reducidos a dos categorías fundamentalmente distintas, a saber: Los giiisiratu y los brujos, quienes, a su vez, se subdividen en joarotu y bajanarotu, viniendo, por todo, a sumar tres las categorías teúrgico-mágicas: Giiisiratu o teurgos, Joarotu y Bajanarotü, dichos también Jatabu arotu. También se podría hacer la clasificación de los piaches guaraos en teurgos y magos, comprendiendo los primeros a los güisiratu o ((sacerdotes étnicos)), y los segundos, a los brujos o magos, es a sa– ber, a los nigromantes o ministros de la magia negra guaraúna, lla– mados joarotu, y a los bajanarotu, que podríamos definir los mi– nistros de la magia blanca guaraiína. Adelantando, pues, ideas para que el lector no vaya tan a tientas, podemos afirmar: a) que el giiisiratu o giiisidatu es el sacerdote guaraúno en el sentido auténtico; b) que el joarotu es el brujo o ni– gromante, agente o ministro de las joas (seres maléficos suprahu– manos); e) que el bajanarotu es un simple prestidigitador, que se vale del truco y la habilidad para sugestionar al indio. Su arte creo que puede ser considerado como una variedad de la magia blanca. 3. EL ((GÜISIRATU)) Y LOS <<JEBU)) Güisiratu o güisidatu es término compuesto de tres palabras: güisi (dolor), era (mucho) y arotu (señor) = güisi-(e)ra-(aro)tu, o sea, gran señor del dolor. Vemos por el significado etimológico de este denominativo, asociada la idea del teurgo guaraúno a la idea de dolor o enferme– dad. El por qué de esta asociación, o sea, el motivo de llamar los guaraúnos a sus teurgos o sacerdotes güisiratu, ((dueños poderosos del dolon>, lo comprenderemos más adelante al estudiar la mentali– dad de estos indios con respecto a la naturaleza y causas eficientes de las enfermedades y al poder suprahumano del teurgo para cu– rarlas. Los güisiratu son los sacerdotes o pontífices de la religión y del culto guaraúnos. Donde no existe güisiratu no hay culto público, ni fiestas sagradas, ni ofrendas solemnes de los frutos y de las primi– cias de que hablamos en las fiestas del Naja-namu y de los Noguara y de que todavía hablaremos más adelante. Quiero subrayar que el güisiratu o teurgo guaraúno tiene los caracteres del auténtico sacerdote. Segregado de entre los demás indios, tiene una superioridad sagrada, que le comunica la inhabi-

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