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PRESENTACIÓN XIII Con lo dicho queda un tanto perfilada la personalidad del autor de este nuevo trabajo que hoy presento y que tiene un interés ex– traordinario bajo múltiples aspectos. Difícil es, por otra parte, ha– cer un resumen adecuado del mismo, aunque intentaré efectuarlo muy por encima. En primer lugar, el P. Barral ha trazado muy sumariamente la historia de los indios guaraúnos, o, por mejor decir, los datos más exactos y seguros que sobre los habitantes actuales del Delta Ama– curo se conocen: origen, procedencia, división territorial, agrupa– ciones étnicas, carácter, idioma, etc. A eso ha añadido las tradi– ciones históricas, que los propios indios conservan, como legado de sus mayores, y que dicen relación particularmente al origen del hombre y del mismo pueblo guaraúno. Además, con singular competencia, conocimiento y profundi– dad, estudia la religión de los guaraúnos, sus creencias a través de las múltiples manifestaciones del culto, así privado como público, las que por otra parte se reflejan en los juegos, en sus fiestas, hasta en los medios empleados para curar sus enfermos. Y sobre todo investiga ese aspecto a través de muchas de las canciones musica– les, que nos ofrece, basadas en esos motivos religiosos. No sólo de esas, sino de cuantas ha podido recoger hábil y pacientemente en las distintas zonas de aquel territorio, transcribe la música y juntamente la letra en guarao y su traducción al cas– tellano, realzando el valor y contenido de cada una, dándonos la explicación y el significado que para los indios tienen, a fin de que podamos así apreciar mejor la delicadeza del alma guaraúna y pe– netrar de lleno en lo más hondo de ella. Y ciertamente que, para llegar a conocer el pensamiento secreto, los afectos íntimos, las apreciaciones y reacciones del indio ante los hechos y las cosas. no podía encontrarse medio más adecuado. Porque es a través de las canciones y del folklore, del más variado estilo, cómo el nativo, el guarao, manifiesta con singular viveza y sencilla expre– sión cuanto sabe, cuanto ama, cuanto admira o le llama la atención, y a la vez quiere también así hacer participantes a los demás de sus propios sentimientos que unas veces son de alegría, otras de admiración ante lo desconocido o misterioso, otras de dolor, lo que traduce en sus canciones con la sencillez admirable de un pue– blo primitivo. Ya dije antes que el Cancionero forma el fondo principal de este libro. En él podrá apreciar fácilmente el lector una gran varie– dad de temas, resultando en ocasiones extraños y denotando en otras un infantilismo que llama nuestra atención. Un total de 468 composiciones, musicales casi todas, que el P. Basilio M.' de Ba– rral ha recogido, transcrito, analizado y anotado, y las presenta divididas en catorce secciones según los motivos de las mismas:

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