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126 P. BASILIO M. DE BARRAL Provistos de estos seudocolmillos salen formando manada, todos inclinaños hacia el suelo, como caminando a cuatro patas, apoyán– dose sobre los colmillos y revolviendo con ellos la tierra como si hozasen. Al propio tiempo hacen sonar los tronquitos, chocando el uno contra el otro, para imitar el ruido o casteñeteo que hacen los váquiros al roer. Delante de toda la vaquirada. a modo de rabadán, va el jefe de la ranchería (((el váquiro mayorn). Este también camina inclinado hacia el suelo, sólo que, en lugar de los palos o seudocolmillos, lleva una maraca piachera grandecita, que va haciendo sonar. La vaquiracla se dirige al ((santuario guarao)) o Jcbu a janoko, en donde con puñados de harina sagrada, de la despositada en el Naja– Namu, el jefe los empolva a todos en cara, cabeza y manos, que aparecen enteramente blancas y los indios, enteramente desconoci– dos (namoninaja). Después de esto salen ya por el monte como a buscar comida ... Entonces los que desempeñan el papel de cazadores se dispersan, unos por un lado, otros por otro, bien así como si fueran a rodear la manada de paquidermos, a fin de que no se les escapen. Al ad– vertir éstos la presencia de los cazadores, comienzan a gruñir y a escaparse cada cual por su parte. Los cazadores se arrojan sobre cada uno de ellos, hacen como que los matan, y luego, sobre sus espaldas los acarrean hasta la plaza, en cuyo centro han dejado ya preparada una gran pira de leña. Después que los han cazado todos, regresan los cazadores a la plazoleta y comienzan las faenas de abrirlos, deshollarlos, descuar– tizarlos, asarlos, etc., etc., cosas que celebran en medio de grandes gritos de alegría y resonantes carcajadas, pues los indígenas gozan enormemente con estas diversiones. 2.º LA PESCA DE LA GUABINA Hay en el centro geométrico de la plazoleta un regular montón de tronquitos de palo, amontonados pero en circunferencia. Los in– dios se sientan en cuclillas alrededor, apretados unos a otros. Estos indios representan la orilla de la laguna en que se verifica la pesca, y los tronquitos representan los pescados. Detrás del círculo de indios sentados están los pescadores, de pie y teniendo en la mano una caña larga, de cuya punta más del– gada cuelga un bramante con una lazada corrediza en la extremi– dad inferior. Cada pescador lleva, además, en una bolsa el cebo para los peces: Cachapa, yuruma, mazorca de maíz asada, pescado, etcétera.

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